El retrato íntimo de un hogar

Durante dos años y medio, Luis Izquierdo-Mosso fotografió el interior de su casa, donde reside desde hace más de diez años en Espolla (Girona), a unos 15 kilómetros de Figueres. Supuso "una necesidad emocional", dice, revisar su hogar y captar en imágenes estáticas el movimiento a través de los cambios de luz y la desaparición de objetos. Una selección de 12 imágenes, tomadas de entre la ingente cantidad de material acumulado, forman la exposición laCasa (fotovídeos), que hoy se abre al público en la galería Vanguardia, en Bilbao.

La colección de fotografías se completa con un vídeo, de 15 minutos de duración, que también muestra el estático interior de la casa del fotógrafo. "Quería mostrar el paso del tiempo, en una casa en la que no se veían personas, un tiempo vacío, en el que no pasaba nada", explica. El proyecto de retratar su hogar -"el retrato es más que la imagen; debe captar algo inmaterial", apunta- nació de la necesidad de exorcizar la casa tras la muerte de su mujer. "Ha tenido un valor catártico", asegura. "Ahora veo los objetos y los espacios de la casa, máquinas de recordar, de otra manera".

Izquierdo-Mosso (Sestao, 1954) entró en el catálogo 100 fotógrafos españoles, publicado en 2005 con los nombres más destacados de la fotografía contemporánea en España. Su profesión, sin embargo, es la enseñanza. Licenciado en Filosofía por la Universidad de Deusto, sigue impartiendo clases en un instituto de Girona. Las fotografías y los vídeos tomados en la casa de Espolla también fueron el origen de la performance La casa dansa, con pantallas gigantes, música y la intervención de una bailarina, que ofreció en Figueres. Con laCasa (fotovídeos), Vanguardia se incorpora al circuito del Festival de Fotografía y Vídeo Foconorte, que tiene su eje en Cantabria.