La Xunta estudiará la apertura de una oficina en Lisboa

Emilio Pérez Touriño se comprometió en Lisboa a estudiar seriamente la apertura de una oficina de la Xunta, de carácter institucional, en la capital portuguesa. Respondía así a una pregunta de por qué la Xunta tiene oficinas en ciudades como Buenos Aires y Montevideo y no en la capital portuguesa. Touriño prometió trasladar esta inquietud a su Gobierno con la vocación de resolverla cuanto antes. "Espero que así sea en la próxima legislatura", dijo, en un mensaje optimista sobre su continuidad al frente del Ejecutivo gallego después de las elecciones del 1 de marzo.

El PP criticó ayer este anuncio y aseguró que si Alberto Núñez Feijóo releva a Touriño en la Presidencia de la Xunta "evitará poner en marcha nuevas oficinas montadas a espaldas de las entidades gallegas", en referencia a los centros creados por la emigración.

La sede del Gobierno gallego en Uruguay ya está abierta al público

Mientras tanto, la oficina de representación de la Xunta en Montevideo (Uruguay), segunda de estas características después de la inauguración de la de Buenos Aires (Argentina), permanecerá sin delegado hasta después de las elecciones. Así lo ha decidido el Gobierno después de que el aplazamiento del viaje al Cono Sur que iba a realizar el pasado otoño echase por tierra la inauguración oficial de la nueva sede autonómica en América.

La delegación de la Xunta en Montevideo, sin embargo, ya está abierta al público. El pasado 15 de noviembre albergó su primer acto oficial, la firma de un convenio entre la Secretaría de Exteriores y los empresarios gallegos a la que acudieron sus máximos responsables, Julio Fernández Mato y Antonio Fontenla. Gracias a este acuerdo, la patronal gallega podrá utilizar las instalaciones de las delegaciones de la Xunta en el exterior para promover su actividad empresarial en otros países.

La nueva sede uruguaya, pensada para dar servicio a la segunda comunidad de gallegos en el exterior más numerosa del mundo, cuenta con 200 metros cuadrados de superficie repartidos en dos plantas y dispone de dos despachos, un área común, una sala de juntas y una sala polivalente. En ella trabajarán, además del delegado, un secretario y tres funcionarios: un trabajador social (encargado de facilitar información acerca de las ayudas asistenciales de la Xunta) y dos auxiliares administrativos, así como un becario del Instituto Galego de Promoción Económica.

La delegación es sensiblemente más pequeña que la de Buenos Aires, inaugurada por el presidente de la Xunta hace un año en un local de 650 metros cuadrados al frente del cual está la ex diputada socialista María Xosé Porteiro. En doce meses, esta oficina de representación ha atendido 236 visitas institucionales, ha albergado 28 ponencias, ha promovido 18 actividades propias y ha participado en 89 actos.

El adelanto de las elecciones no sólo demorará el nombramiento del delegado de la Xunta en Montevideo (un cargo del mismo nivel que las delegaciones provinciales de las consellerías) sino que impedirá al Gobierno bipartito abrir en esta legislatura en Bruselas la que será su tercera delegación oficial.

La representación de Galicia en la capital comunitaria se viene haciendo desde hace años a través de la Fundación Galicia Europa, una institución con mayoría de capital privado que la Xunta no quiere sustituir. De hecho, la fundación y la nueva delegación compartirán el mismo espacio físico en la capital de la Unión Europea.