Solana pide reformas para favorecer a los países emergentes

"Se han acabado los días en los que el G-7 se reunía, tomaba decisiones importantes y luego invitaba al café a los países emergentes". El alto representante para la política exterior de la UE, Javier Solana, apostó ayer por una reforma institucional que dé una voz permanente a Estados como China, India, Brasil y México. "Estos cuatro países representarán en 2025 un tercio de la población mundial", señaló el ex ministro de Asuntos Exteriores en Zaragoza en la inauguración del V Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos.

Solana cree que es necesario institucionalizar cumbres como la de este fin de semana en Washington. También abogó por dar a los emergentes más peso en instituciones como el Consejo de Seguridad de la ONU. El congreso, al que asistieron 1.500 directivos, contó con ponentes como la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, el ex presidente del Gobierno, Felipe González, el ex vicepresidente Rodrigo Rato y el consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián.

Felipe González dice que ésta es la crisis más compleja de la historia

González se refirió a la crisis financiera mundial como la peor que ha visto en su vida y, probablemente, como la peor de la historia de la humanidad por su complejidad. "Creo que el Gobierno de EE UU va a tener que poner más fondos en los próximos meses en su plan de rescate", aseguró el ex presidente, que mostró su preocupación por la posibilidad "de que los gobernantes crean que bastará con crear una hiperregulación".

Cebrián moderó una mesa redonda en la que tres pensadores extranjeros analizaron la visión que se tiene de España en el mundo. El consejero delegado de PRISA, empresa editora de EL PAÍS, coincidió con la opinión del periodista estadounidense John Vinocour y el ex consejero delegado de Le Monde Alain Minc de que España ha perdido peso político internacional. "Y no sabemos cómo vamos a recuperar ese peso", añadió Cebrián. En este sentido, consideró que la presencia de Zapatero en la cumbre del G-20 de Washington tiene un alto valor simbólico.