Jazz y conciencia política

Con un pie puesto en la renovación del lenguaje del house y otro en la recuperación en beneficio propio del swing de las big bands de jazz de los años cuarenta y cincuenta, el británico Mattew Herbert se ha ganado a pulso el ser considerado como una de las mentes más lúcidas, inquietas e imaginativas de la música contemporánea. Esta noche rinde una nueva vista a Valencia en el segundo de esos formatos, presentando un nuevo álbum a nombre de The Matthew Herbert Big Band, el recién publicado There's Me and There's You. El disco no es más que una digna continuación del que publicó hace cinco temporadas, en el que reputados músicos de la escena jazz británica le acompañaban para dar forma a una nueva vuelta de tuerca al género, incorporando decenas de efectos sonoros extraídos de la realidad circundante, al más puro estilo de la llamada música concreta (lloros de niños, papeles rompiéndose, sonidos de instrumental quirúrgico), sirviéndose de su particular Dogma sonoro (él lo llama Personal Contract For The Composition of Music) para denunciar la guerra de Irak o las arbitrariedades de los mass media. Ahora repite la jugada incorporando sonidos tales como con cien botellas del perfume de Britney Spears, setenta condones arrastrados por el suelo o la carcasa de un jet usado en Irak. Una artillería sonora que, todo hay que decirlo, tampoco necesitan sus elegantes y lustrosas composiciones para despuntar.