Un suicida mata a cinco niños afganos y dos soldados alemanes

Dos soldados alemanes y cinco niños afganos murieron ayer en un atentado suicida en la provincia de Kunduz, al norte de Afganistán. Así lo notificó el gobernador de la región, Mohamad Omar. Otros dos militares alemanes resultaron heridos, uno de ellos de pronóstico grave. También sufrió heridas de gravedad un niño que se encontraba cerca del convoy de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) de la OTAN, en el que viajaban los militares. Según la prensa alemana, los soldados regresaban a su cuartel cuando una persona se les aproximó en una bicicleta cargada de explosivos.

El Parlamento germano acaba de prorrogar la misión en Afganistán

El atentado se produce poco después de que el Parlamento alemán aprobara la prórroga del mandato en el país por otros 14 meses y un aumento de los efectivos hasta los 4.500 soldados. Aunque la propuesta obtuvo el jueves un amplio apoyo parlamentario, esta misión del Ejército alemán es cada vez más impopular en su país. Cada noticia de atentados contra sus tropas o la muerte de civiles en acciones de la ISAF o de la Operación Libertad Duradera, en la que también participan soldados alemanes, erosiona la imagen del mandato.

El Gobierno de coalición entre democristianos y socialdemócratas pospuso 14 meses la decisión definitiva sobre la presencia en Afganistán, hasta pasadas las elecciones federales de septiembre de 2009. Tanto la canciller democristiana, Angela Merkel (CDU), como el candidato socialdemócrata y ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier (SPD), tendrían mucho que perder en una disputa electoral sobre el papel de Alemania en Afganistán.

La violencia se ha agravado este año en el país asiático. Según datos de la ONU, 2008 está siendo el más violento desde que culminó el derrocamiento de los talibanes a finales de 2001. También la zona norte, bajo control alemán, sufre esta escalada de atentados.

Durante los primeros años, la zona bajo vigilancia del Ejército germano pasaba por una de las más tranquilas del país. Tras los atentados de este año, el número de bajas alemanas aumentó, con las de ayer, a 30. Catorce han sido víctimas de terroristas suicidas. El resto falleció en accidentes u otras circunstancias.

También hubo ayer un atentado contra extranjeros en Kabul, donde dos terroristas asesinaron a la cooperante británica Gayle Williams, que colaboraba con la ONG Serve Afghanistan, dedicada a proyectos de desarrollo y a la ayuda a discapacitados. La mujer, de 34 años, fue tiroteada en plena calle. Los talibanes reivindicaron el asesinato y alegaron que Williams trataba de difundir la fe cristiana en el país musulmán. Miembros de la ONG desmintieron toda actividad proselitista.