Garzón libera a 10 'yihadistas' a los que Interior acusó de ayudar a huir a autores del 11-M

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, los presentó como supuestos ayudantes de cuatro de los autores del 11-M en su huida, los acusó de enviar suicidas a Irak y también de cooperar financieramente con el yihadismo. Ayer, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón acordó la libertad de los 10 detenidos el pasado jueves por estos hechos en Barcelona, Algeciras, Madrid y en cuatro prisiones. Sólo los cuatro detenidos en cárceles permanecerán presos por su relación con otras causas.

Los detenidos eran, según el ministro, miembros de una red islamista muy conocida por la policía. Dos de ellos estaban en libertad con cautelas desde junio de 2007, cuando fueron detenidos en la Operación Tigris, en la que fue apresado su supuesto jefe Mohamed Larbi Ben Sellam, condenado a nueve años de cárcel por su colaboración en el 11-M. La red había coordinado supuestamente la huida de cuatro de los autores del ataque de Madrid: Daoud Ouhnane, Mohamed Afallah, Abdelilah Hriz y Mohamed Belhadj.

La policía buscaba a ocho individuos de nacionalidad marroquí, pero acabó deteniendo a 18 personas. Los agentes liberaron a varios de ellos y al final fueron 10 (entre ellos, los cuatro presos por otros casos) los que declararon ante el juez. Los detenidos que no estaban encarcelados eran los tangerinos Driss, Youssef y Bilal Ben Moussa, un padre y sus dos hijos a los que el juez impuso comparecencias semanales. Mohamed Ben Hesaien (atrapado en Algeciras) y Abdelaziz Laakel tendrán que presentarse cada quince días. Hamed Idriss Hachim, Fouad Dkikar y Mustafá Filali están libres sin medidas cautelares, informa Europa Press.

La Operación Tigris llevó a la cárcel a tres de los detenidos el jueves en sus celdas: Driss Beljadi, Samir Tahtah y Kamal Ahbar. El cuarto era Omar Nakhcha, supuesto jefe de una red islamista de Bélgica que enviaba suicidas a Irak. El juez no acordó medidas contra ninguno de ellos.