Barcelona acortará el 30% el tiempo por trámites municipales

Conocer cómo está la petición de una licencia municipal, de obras o de actividad y reducir el 30% el tiempo de su tramitación; iniciar y consultar cualquier tipo de expediente online, reducir el tiempo de espera de atención social, simplificar los trámites administrativos en el 25%. Éstos son algunos de los objetivos que se ha marcado el Ayuntamiento de Barcelona con la implantación de un nuevo modelo de gestión.

Los ejes básicos del modelo, denominado Barcelona 2.0, fueron presentados ayer por el alcalde, Jordi Hereu, a 500 directivos del Consistorio y de los institutos y empresas municipales.

Más medios tecnológicos y cambios de tareas en la plantilla

Lo que se persigue es mejorar el servicio y la atención a los ciudadanos de Barcelona, que lo deberían notar no sólo en los trámites o consultas, sino también en la calidad del espacio público y en el funcionamiento de los equipamientos y la red de atención social. La implantación del nuevo sistema se realizará en dos años -a partir de 2009- y a ello se destinan 100 millones de euros, más del doble de todo el mandato anterior.

"Estamos convencidos de que los cambios radicales en el modelo de gestión del Ayuntamiento se tienen que hacer de una forma rápida en el tiempo, porque si no, no funcionan", explicaba ayer a este periódico el gerente municipal, Andreu Puig. El gerente, estrecho colaborador del alcalde con el que compartió estudios en ESADE, aspira a aplicar los sistemas de cualquier empresa -gestión de objetivos, control de calidad- en el Ayuntamiento de Barcelona. Un Consistorio con una plantilla directa de casi 7.000 funcionarios, a los que hay que añadir poco más de 4.000 en institutos municipales y otros 2.000 de las empresas también 100% de gestión municipal.

El modelo de gestión actual arrancó en la Barcelona preolímpica y ha sido superado por los tiempos. Es decir, que es una Administración que se debe modernizar, básicamente, de dos maneras. Una, con la implantación de las tecnologías de la comunicación y tratamiento de la información. Por ejemplo, extendiendo las PDA -agendas electrónicas conectadas a bases de datos- a los inspectores de barrio o a los trabajadores sociales. Actualmente, sólo la llevan los guardias urbanos para imponer sanciones. Otro objetivo que se persigue es trabajar sin papel.

La segunda forma pasa por organizar de otra forma los sistemas internos de trabajo. Esto se experimentará en tres centros de asistencia social que se han renovado a partir del próximo mes de enero. Otra de las novedades que introduce es la figura de los técnicos de barrio. Habrá 73 -uno por cada barrio -y su misión será la de conocer a fondo los barrios para detectar y avisar de lo que no va bien para que se ponga remedio deprisa.

Además, el nuevo modelo supondrá un cambio importante en los hábitos de trabajo de la plantilla y de los distritos que dejarán de ejecutar y gestionar directamente servicios.