Futura pierde la mitad de la flota y la plantilla teme el cierre

Futura, la compañía de vuelos chárter que había presentado un concurso de acreedores (antiguo ERE), ha perdido finalmente la mitad de su flota (15 aviones de un total de 32), y la plantilla se ve abocada al cierre. El Gobierno de Baleares ha preguntado al comisario europeo de Transportes si hay algún tipo de "préstamo" o fondo al que Futura pueda recurrir, ya que los bancos le "han cerrado el grifo".

Tras una reunión con la dirección, fuentes sindicales señalaron que "la empresa está en bancarrota y parece abocada a la liquidación". "Sólo nos queda rezar", afirmó la directora corporativa de Futura, Iyabó Carbó.

Una representante de Futura afirmó que la empresa no puede presentar un plan de viabilidad porque no puede garantizar que tenga aviones y que hoy se reunirá con Pegasus, una compañía turca interesada en entrar en su capital. La firma puede presentar un plan financiero y de seguridad a Aviación Civil hasta el sábado para no perder su licencia.

Futura no tiene aparatos en propiedad. Su arrendadora, Ge Comercial Aviation Services (Gecas), retiró ayer 15 de sus 32 aeronaves, según anunció el presidente de Futura, Román Pané. La compañía planea recortar 600 empleos de los 1.211 de su plantilla, mantener 12 aviones en verano (frente a los 32 actuales) y cuatro en invierno. Pané, en declaraciones a EL PAÍS, dijo no recordar a cuánto asciende la deuda, aunque algunas fuentes la cifran en más de 50 millones de euros. También aseguró que la firma portuguesa Euro Atlantic se había interesado por Futura.