El PP exige al Ejecutivo que mantenga la financiación de los ayuntamientos

El PP insiste en reclamar al Gobierno que limite el crecimiento del gasto público al 2% y se ajuste el cinturón, pero ese recorte no vale para los ayuntamientos y las autonomías. Los populares están muy alarmados por la noticia aparecida ayer en EL PAÍS que señala que los municipios podrían llegar a recibir en 2009 hasta 700 millones de euros menos si se resta el dinero que el Gobierno les dará por una deuda pendiente de 2007. Tanto su líder, Mariano Rajoy, como su secretaria general, María Dolores de Cospedal, insistieron en que no tolerarán este aparente recorte.

Madrid cambia los estatutos para dejar en evidencia a Rajoy y su acopio de avales

El PP ha convocado ya a sus representantes en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para preparar una estrategia de oposición. "Demandamos que junto con la financiación autonómica se aborde un nuevo sistema de financiación local, como ha propuesto ya el PP, y que el plan de financiación autonómica tenga en cuenta que son los ayuntamientos los que prestan de manera más inmediata los servicios sociales esenciales que demandan los ciudadanos", insistió De Cospedal después de aclarar que el PP no aceptará tampoco ninguna reforma que suponga una subida de impuestos.

El PP inauguró ayer la temporada política con la reunión de su Comité de Dirección. Rajoy ha convocado para hoy a su Comité Ejecutivo, el órgano clave de poder, en el que están todos los dirigentes relevantes.

Los populares, según varios de los presentes en la reunión, afrontan la temporada política con optimismo. No tanto por las cuestiones internas, aunque la situación está mucho más tranquila que antes del congreso de junio, sino sobre todo por los problemas a los que se enfrenta el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: la crisis, la negociación de la financiación autonómica y de los Presupuestos.

Los populares marcarán a partir de hoy una estrategia centrada en la crisis económica y en "esperar y ver" cómo reacciona el Gobierno, que es quien asume el coste político de los malos datos. Rajoy y su equipo están especialmente satisfechos por la decisión del presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, de no adelantar los comicios. Eso da más tiempo a la renovada dirección nacional para consolidar sus nuevas caras y su nueva forma de oposición, y evitar que un posible mal resultado reabra la batalla interna, explican fuentes populares.

Sin embargo, lo que es inevitable ya es el trago de los congresos regionales, algunos de ellos con posibilidades de conflicto, como el asturiano y el aragonés. De momento, Esperanza Aguirre, gran rival interna de Rajoy, ya ha promovido una reforma de estatutos en el congreso regional de este mes que limite al 30% el número de avales máximo que puede recoger un candidato. Es un mensaje claro contra la estrategia de Rajoy, que reunió tantos avales en el congreso nacional que hizo casi imposible la presentación de una candidatura alternativa.