El turismo cae casi el 5% hasta mayo tras años de crecimiento récord

La gallina de los huevos de oro, el turismo, da signos de asfixia en Barcelona, tras encadenar un récord tras otro. De enero a mayo de este año, 2,13 millones de turistas han visitado la capital catalana. Es el 4,70% menos de visitantes que los registrados en los mismos meses del año pasado. El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, quitó ayer hierro a este descenso de 105.181 visitantes de un año para otro y calificó la situación del turismo de "estable", después de recordar que se viene de un récord histórico de turistas en 2007 difícil de superar o igualar.

Pero hay más datos que abogan por ese techo, en tiempos de crisis económica. Tras esas puntas máximas de los últimos años, el Gremio de Hoteleros de Barcelona estima ahora que la ocupación hotelera sufrirá una caída de tres puntos porcentuales este verano, hasta llegar al 78%. Es un nivel similar al de 2006, segundo año récord. El presidente del gremio, Jordi Clos, declinó aventurarse a pronosticar si en el conjunto del año la caída se quedará ahí o si "será mayor", en función de lo que ocurra en octubre y noviembre. Pero Clos, al igual que Hereu, habló de "estabilidad" y de "fortaleza" de un sector que ha permitido a Barcelona "jugar en la Champions League" desde 1992. La bajada de ocupación se produce cuando el parque hotelero de la ciudad tiene 2.090 habitaciones más que en 2006.

El Ayuntamiento prepara un plan turístico, en colaboración con los empresarios, para que el sector que más tira de la economía, junto con el del automóvil, no se agote. En esta línea, Hereu puso ayer el acento en el mayor gasto que registraron las tarjetas de crédito de los visitantes, el 22% superior al de los primeros cinco meses de 2007. También subrayó el fenómeno de los cruceros, que, con una escalada del 24,25% en lo que va de año, desbancan en número a los pasajeros que han pasado por El Prat (53.241 menos, ya con la competencia del AVE).

El turismo y la hostelería aportan casi el 14% de la riqueza generada en la ciudad, más del doble de lo que pesa la construcción (6%). De ahí que el temblor de la crisis inmobiliaria sobre la economía de la ciudad, que se ha ido diversificando en los últimos 15 años, tenga efectos limitados. Según el teniente de alcalde Jordi William Carnes, el turismo está actuando, además, de "colchón" que absorbe el empleo destruido en la agonía inmobiliaria. Sin embargo, añadió Carnes, este colchón es "transitorio" y el Ayuntamiento volcará sus esfuerzos en la promoción económica e internacional de la ciudad y en el fomento de la competitividad ante el actual cambio de ciclo, con un desembolso de 79 millones de euros, el 20% más que este año.

La promoción, junto al apoyo para la creación de empresas -particularmente en sectores de conocimiento en el distrito 22@- y la participación en ampliaciones y programas de modernización de la Fira, la Zona Franca, Mercabarna, el aeropuerto y el puerto de Barcelona son la respuesta que el Ayuntamiento dice que dará a la crisis.

Así consta en el informe Barcelona ante el cambio de ciclo económico, que será presentado en el pleno municipal del próximo 25 de julio. Pese a la nueva coyuntura y a un aumento interanual del paro (8.606 parados más de junio a junio), en Barcelona ha seguido aumentando la contratación laboral, algo que sólo ha ocurrido en Zaragoza, en comparación con otras ciudades españolas. El Ayuntamiento puso ayer el acento en el incremento de casi 10.000 del número de asalariados que se dedican a servicios intensivos en conocimiento (servicios informáticos, de I+D, telecomunicaciones, consultoría o ingeniería).