Interior impone mano dura para desbloquear carreteras y fronteras

En el tercer día del paro indefinido del transporte, el Ministerio del Interior desplegó por toda España 25.000 policías y guardias civiles para frenar los efectos de una protesta de 76.000 camioneros que ha vaciado mercados, ha puesto en riesgo la producción en fábricas de coches, ha colapsado vías de acceso a las grandes capitales y ha desencadenado violentos enfrentamientos provocados por miembros de piquetes.

La mano dura de los Mossos desbloqueó el paso de La Jonquera, mientras Interior despejaba las principales carreteras de Madrid. Un total de 60 camioneros fueron detenidos por desórdenes públicos, delito castigado con hasta tres años de cárcel. El ministro Alfredo Pérez Rubalcaba garantizó escolta a los transportistas que lo pidan.

En Almería, el conflicto alcanzó a los agricultores, que exigieron rebajas fiscales en el gasóleo en una protesta que reunió a 2.500 personas ante la Delegación de Hacienda y que acabó con 21 heridos, 13 de ellos policías.

Mientras, en el Ministerio de Fomento continuaban las negociaciones sin que se atisbara una solución. Los huelguistas se han enrocado en su petición de una tarifa mínima por el servicio, pero el Gobierno la rechaza porque vulnera la normativa comunitaria.