El 'lehendakari' anuncia para junio la dispensación de la píldora postcoital

El lehendakari Juan José Ibarretxe entró ayer en campaña. Y no con la consulta sobre la autodeterminación, sino con una cuestión más cercana al ciudadano: la dispensación de la píldora del día después. Ibarretxe anunció que en las próximas semanas empezará a distribuirse de manera gratuita, mediante receta, y el viceconsejero de Desarrollo y Cooperación Sanitarias, Jon Lezertua, puntualizó que será en junio. Con esta medida, el País Vasco se convierte en la duodécima comunidad autónoma que ofrece de forma gratuita la píldora postcoital, destinada a evitar embarazos.

La píldora cuesta en la actualidad cerca de 18 euros en las farmacias

El Departamento de Sanidad ultima la compra del producto a una de las dos multinacionales farmacéuticas que la fabrican, la italiana Chiesi y la alemana Bayer. La primera, con la marca Norlevo, mientras que la segunda lo hace con la denominación Ostinor. Junto a la píldora se entregará un preservativo y un folleto explicando la forma de evitar los embarazos no deseados (ver EL PAÍS del pasado 5 de abril). Este medicamento anticonceptivo puede evitar el embarazo si se toma hasta 72 horas después del coito. Su efectividad supera el 90% si se toma dentro de las 24 horas siguientes a las relaciones sexuales.

Una vez que comience su dispensación gratuita, las usuarias tendrán que acudir a los servicios de urgencia de los hospitales o los Puntos de Atención Continuada (PAC) y explicar lo que les ha ocurrido (por lo general, no haber tomado precauciones o la rotura del preservativo) al médico. Éste les prescribirá una receta y en el mismo centro se les facilitará la píldora. En la actualidad, las mujeres tienen que acudir a la farmacia de guardia con la receta de su médico o el de urgencias y pagar de su bolsillo los 18 euros aproximadamente que cuesta. Cerca de 25.000 mujeres utilizan la píldora postcoital en Euskadi, según los datos facilitados por los laboratorios farmacéuticos.

Convencer a la Administración de que acceda a la gratuidad ha sido una tarea complicada. En noviembre de 2005, los socialistas ya mantuvieron un debate con el consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, en el que le solicitaron que su departamento financiara la píldora. El PSE recurrió en aquella ocasión a los argumentos esgrimidos por los especialistas: la utilidad demostrada de la píldora postcoital como un eficaz método de anticoncepción de emergencia. El consejero replicó que, "pedagógicamente", le parecía adecuado que se pague. "Sería tremendo que fuera gratis una cosa y no lo sean los antiinflamatorios o los anticonceptivos orales modernos, que no están financiados por el sistema sanitario". Inclán también sentenció que "hay que tener valor político en la vida para decir sí y para decir no". "En las comunidades donde es gratis se está utilizando muchas más veces", alegó.

Con el paso de los años y la presión ejercida desde diferentes ámbitos, especialmente desde la Sociedad Española de Contracepción, se han ido venciendo las reticencias de la consejería. Según los últimos datos, la tasa de gestaciones interrumpidas en Euskadi entre mujeres de 15 a 44 años asciende a 5,4 por mil.