"Gasol es clave"

Kobe Bryant marca la diferencia, pero, dando por sentada una evidencia que le hace acreedor por primera vez en su carrera al título de jugador más valioso (MVP) de la NBA, Pau Gasol se ha convertido en una pieza fundamental para los Lakers. Lo dice Phil Jackson, su entrenador. Muy especialmente, por las características de los Jazz de Utah, el rival al que se enfrenta el equipo de Los Ángeles en las semifinales de la Conferencia Oeste. "Acaparó en sus manos un montón de balones importantes para definir el partido. Súmesele el control en el rebote y su dominio en la pintura y se sabrá todo lo que nos va a ayudar en esta eliminatoria. Será clave", comentó el técnico tras el primer triunfo sobre los Jazz: 109-98.

La semifinal es vista como un reto para contrastar el juego defensivo de Pau

El duelo es visto como un reto para contrastar el juego defensivo del pívot español. Los Jazz poseen una interesante batería de hombres altos: el turco Okur (2,11 metros), que además posee una buena mano; el fortachón Boozer (2,06), con 11 rebotes y 21 puntos de media en la primera fase, así como el espigado estilete ruso Kirilenko (2,06). Con este triángulo bajo los aros, los Jazz son el conjunto que menos rebotes ha concedido a sus adversarios en la Liga, 37 de promedio, y practica un juego muy físico, el que preconiza su técnico, Jerry Sloan. "El duelo con Boozer y los Jazz es muy motivador", dice Gasol después de un primer encuentro en el que tanto Boozer como Kirilenko acabaron pagando su agresividad con la eliminación por seis faltas en los últimos minutos, en los que él anotó ocho puntos de los 18 que obtuvo.

Los de Utah fueron superiores en el rebote (58, 25 de ellos en el ataque, frente a los 41 totales de los Lakers). "No se hizo un trabajo demasiado bueno cerrando los tableros", admite Gasol; "eso les sirvió para dominar esa faceta. Tenemos que mejorar sacando de la zona a los jugadores de Utah". Los flojos porcentajes de tiro (37% en los de campo y 21% en los triples) condenaron al cuadro de Sloan, que, además de la defensa de los Lakers, notó el cansancio acumulado tras haber cerrado su anterior eliminatoria (4-2) ante los Rockets de Houston sólo 38 horas antes de medirse a los angelinos mientras que éstos llevaban cinco días sin partidos tras haber batido por 4-0 a los Nuggets de Denver.