Una pastilla que no es 'del día siguiente'

Los últimos datos del SAS sobre la píldora poscoital indican que el 30% de las mujeres que toman esta pastilla ya la han usado con anterioridad. "Como método de emergencia es fantástico. Pero no se debe convertir en algo cotidiano pues se trata una ingesta fuerte de hormonas", explica el doctor José Rodríguez Carrión, coautor del estudio Conductas y Educación Sexual en universitarios españoles.

Con él coinciden otros expertos, que enumeran las posibles consecuencias del abuso: "Irritabilidad, dolores de cabeza y todos los síntomas de una regla normal".

Nada parece excesivamente perjudicial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) especifica que el uso repetido no conlleva riesgos conocidos aunque provoca, como efectos secundarios, irregularidades menstruales.

El grupo de edad donde está aumentando su uso en Andalucía es entre mujeres de más de 25 años (el 62% del total de solicitudes).

La denominación de píldora del día siguiente, como se conoce popularmente, es errónea ya que el fármaco puede ingerirse hasta tres días después del coito (72 horas) con altas probabilidades de éxito. La eficacia, sin embargo, se va reduciendo conforme pasa más tiempo desde el coito.

El proceso que desencadena es el siguiente: "La toma de hormonas impide la implantación del óvulo sin fecundar y un porcentaje mínimo fecundados", sintetiza el ginecólogo Romero Díaz. "Si se toma una hora o dos después del coito, el espermatozoide aún va por la vagina, no hay fecundación seguro. Si la toman en 48 horas, quizás el espermatozoide y el óvulo se han unido pero no se ha podido anidar". Si trascurren más de 72 horas, el fármaco no se dispensa.

Desde su implantación en 2001, la dispensación de la píldora se ha encontrado con otros problemas, según los datos aportados por el SAS en un congreso de la Sociedad Andaluza de Contracepción: falta de información en los centros [a veces no hay ni siquiera un folleto explicativo], de accesibilidad [por horario o falta de centros en zonas alejadas de las ciudades] o facultativos que se niegan a la prescripción, entre otros.