Estallido polirrítmico

Una consideración preliminar: a Gurtu sólo se le advierten dos manos y dos pies, presumiblemente con 20 dedos. Y aunque el hallazgo parezca irrelevante, no está de más anotarlo porque asombra que una sola persona pueda generar el estallido polirrítmico que emana del extremo izquierdo del escenario. En sus manos, la tabla parece el galopar enfebrecido en la recta de meta del Gran National. Con sus aliados italianos del Arkè ha creado un disco bellísimo, Arkeology, donde la tradición india, la música de cámara y el jazz de vanguardia campan a sus anchas.

Tan excitantes como otros cuartetos de postín (Kronos, Turtle Island), los transalpinos maltrataron sus violines con pizzicatos salvajes y arpegios de mandolina, y lograron que el público diera palmas a ritmo de siete por ocho. Ojalá tomaran nota en los conservatorios.