La izquierda de México fuerza un debate sobre la energía

Los parlamentarios de izquierda que durante 15 días han ocupado las tribunas del Congreso mexicano en contra de la reforma energética impulsada por el Gobierno pusieron fin ayer a la protesta. Los diputados, seguidores del líder opositor y ex candidato presidencial Manuel López Obrador, desbloquearon los recintos tras lograr frenar lo que, según ellos, supone una privatización encubierta de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) y abrir un gran debate nacional sobre la gestión del crudo entre el 13 de mayo y el 22 de julio.

A principios de abril el presidente mexicano, Felipe Calderón, envió al Congreso un paquete de medidas para dar a Pemex una mayor autonomía para firmar contratos con empresas privadas, hacer más transparente la gestión de la empresa y modernizarla con el objetivo de aumentar el volumen de reservas, ya que las actuales durarán sólo nueve años.

Pero esta iniciativa puso en pie de guerra a la izquierda. El compromiso alcanzado ayer supone un alivio, al menos de momento. Una vez sellado el convenio, los congresistas del movimiento político Frente Amplio Progresista, encabezado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), abandonaron la tribuna del Senado después de entonar el himno nacional.

"Estamos evitando la privatización de la industria petrolera y la violación flagrante de la Constitución", dijo el senador Carlos Navarrete, del PRD, quien dio por concluida la protesta. El debate abordará 21 temas que serán discutidos por legisladores, expertos, académicos y miembros de la sociedad civil.