El mago Sergi Buka despliega su poesía visual en el TNC

Por primera vez en sus 11 años de existencia, el Teatro Nacional de Cataluña (TNC) programará un espectáculo de magia. El honor del debut le corresponde a Sergi Buka (Barcelona, 1974), un mago con un refinado gusto por la poesía visual, cuyo arte se nutre tanto de los números clásicos como de las nuevas tecnologías. En esta ocasión, Buka se ha puesto a las órdenes del director escénico Ramon Simó, quien firma también la escenografía. El resultado es Umbra, un espectáculo con dramaturgia de David Cirici y música compuesta especialmente por Pep Pascual, que puede verse en la Sala Petita hoy y mañana y el resto de domingos del mes de abril.

Umbra es una propuesta para toda la familia, y por eso se incluye dentro de la programación de El Nacional Petit. Una misteriosa historia de espionaje y desapariciones sirve de hilo conductor a los distintos números. De acuerdo con este guión, Sergi Buka es un mago experto en desaparecer, pero poco ducho a la hora de revertir el viaje y aparecer de nuevo. Su representante, monsieur Lavache, está harto de no saber dónde localizarle. Así que ha tramado un plan para hacerse con todos sus trucos y poder prescindir de él. Al hilo de este sencillo cuento, el mago se entrega a ilusiones con sombras chinas, conversaciones multimedia, escenas con fuego y palomas y sucesivas idas y venidas con la ayuda de un gran armario, de donde extrae todo lo necesario para sus juegos y por donde se esfuma a cada rato del escenario.