La familia decidió que Rajoy no se acercase al féretro

El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, aseguró ayer en su blog (en www.patxilopez.com) que la familia del ex concejal asesinado Isaías Carrasco decidió que "Mariano Rajoy no se acercara al féretro o a ellos" en la capilla ardiente instalada en el salón de plenos del Ayuntamiento de Mondragón durante la noche del pasado viernes. López reveló esta voluntad de la familia para zanjar la polémica abierta en el cruce de reproches que mantuvo con el presidente del PP y con la líder de los populares vascos, María San Gil.

El máximo responsable del PSE recuerda cómo la familia de Carrasco no quería en un principio que el PP apareciese por la capilla ardiente, pero que cambió de opinión para que "no hubiera interpretaciones perversas", aunque insistió en que no deseaba saludar a Rajoy. Cuando éste dio el pésame, López le dijo: "Espero que nadie más de tu partido diga de un solo socialista que agredimos o traicionamos a las víctimas o que cedemos ante el terrorismo".

En su blog, el político socialista recuerda también cómo María San Gil le dijo: "No es el momento justo porque hemos venido a dar el pésame".

En este sentido, la presidenta del PP en el País Vasco, manifestó ayer a propósito de este incidente: "Fue uno de los episodios más penosos que he vivido en mi vida". Recordó cómo el secretario general del PSE-EE de Guipúzcoa, Miguel Buen, les increpó en la escalera del Ayuntamiento echándoles en cara no sé "muy bien qué". Después, según su relato, López, "en un tono desairado y muy elevado, empezó a increpar y a meterse con Mariano Rajoy".

Habida cuenta de la gravedad del incidente, San Gil pronosticó que "en el futuro López se arrepentirá porque probablemente se dejó llevar por los nervios". Para ella, la clara voluntad de los populares en la noche del atentado era acudir a trasladar a la familia de Carrasco su "cariño y afecto". "Para ello recibimos el visto bueno de Patxi López de venir a las once y media de la noche a la capilla ardiente", apuntó.

El líder socialista concluye su relato asegurando que resolvió su disputa con San Gil diciéndole: "Lo que no es justo es lo que hemos tenido que soportar cuatro años. Y me fui".