Monteseirín posterga la ubicación de la mezquita hasta después del 9-M

El Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, ofreció ayer a la Comunidad Islámica tres posibles emplazamientos para la construcción de su mezquita. Los musulmanes elegirán uno de ellos. Pero la decisión no se hará pública hasta después de las elecciones.

Representantes de la Comunidad Islámica de España se reunieron ayer con el delegado de Urbanismo, Emilio Carrillo (PSOE), y el primer teniente de alcalde, Antonio Rodríguez Torrijos (IU) para desbloquear el proyecto de construcción de la mezquita, después de que las reticencias vecinales obligaran a paralizar el proyecto diseñado en el barrio de los Bermejales.

El Ayuntamiento ofreció ayer tres ubicaciones que cumplen las dos condiciones impuestas: que el solar esté sin urbanizar y que no tenga cerca ningún núcleo de viviendas.

Las tres ubicaciones propuestas son el Higuerón -cerca del aeropuerto y donde también está prevista la nueva sede de Canal Sur-, Santa Bárbara -también a las afueras de la ciudad- y la zona norte de la Isla de la Cartuja. De las tres, los delegados musulmanes elegirán una y lo comunicará en otra reunión que se celebrará en 15 días.

Malik Ruiz, presidente de la Comunidad Islámica, declaró a la salida de la reunión que se había dado un paso "firme y tranquilo" en las negociaciones. "Hasta ayer sólo sabíamos sobre los posibles asentamientos a través de la prensa", recordó.

Pero aún queda mucho camino por recorrer. Según Ruiz, el encuentro fue breve, pero salieron "satisfechos por la disposición" del gobierno municipal. Ruiz puntualizó, no obstante, que el Ayuntamiento no ha concretado qué parcela podrían ocupar dentro de los tres terrenos ofrecidos. "Las opciones son demasiado amplias para poder decidir ahora", señaló el representante musulmán. "Esos terrenos tienen un millón de metros cuadrados, nosotros usaríamos 6.000, pero no sabemos en qué lugar concreto".

Carrillo, por su parte, aseguró que el proceso de tramitación del suelo será "rápido" ya que no hay "servidumbre desde el punto de vista de usos o altura". En la nueva ubicación, los musulmanes podrán construir un minarete de 40 metros, una petición que las normativa urbanística impedía satisfacer en Los Bermejales.