Curvas cerradas en una carretera de media montaña

La N-631, que conecta Ponferrada con Villablino y jalonada por pequeños núcleos de población, es una de esas carreteras de las que disfrutan los moteros: bellos paisajes, firme en buen estado, carriles anchos y curvas muy cerradas. Una calzada de media montaña, que sin ser de las más transitadas por los aficionados a las dos ruedas en la comunidad castellanoleonesa, sí es el destino de decenas de motoristas, que la recorren especialmente los fines de semana. Rubén Manteca, presidente de la Plataforma Motera para la Seguridad Vial, conoce bien su trazado y es tajante: "Circular por ella a 200 o 300 kilómetros por hora es una locura, el que lo ha hecho es un irresponsable, sobre todo porque es una ruta muy utilizada por todo tipo de vehículos porque conecta poblaciones que tienen bastantes habitantes". Y asegura que para alcanzar velocidades tan disparatadas hay que poner la moto, aunque sea de gran cilindrada, al límite.

Varios vecinos de Villablino y Palacios del Sil aseguraban ayer que las detenciones no les pillan por sorpresa, porque "se ven muchas motos" y "muchos van como locos".

Javier Rodríguez, presidente de la Plataforma Asociación Lucha Motera, lamenta que este tipo de comportamientos generen una imagen negativa de los moteros. "No se nos puede identificar con este tipo de actuaciones irresponsables que ponen en peligro la propia vida y la de los demás, en todos los colectivos hay personas que hacen buen o mal uso de las cosas. No se puede considerar moteros a esta gente, que se han grabado, no por hacer una carrera ilegal, sino para exhibirse, para presumir de lo rápido que van". Tanto Javier como Rubén coinciden en que la mayoría del colectivo disfruta de la moto de forma responsable, y emplazan a quienes quieran utilizarla para realizar una conducción deportiva a acudir a un circuito cerrado, "que para eso están".