Mirando para Japón

Japón es la sexta nación (tras Brasil, China, India, Rusia y Estados Unidos) que sobrepasa la barrera de 100 millones de habitantes; pero es el país que se sitúa a la cabeza a la hora de crear tendencias y ampliar los usos a los móviles, coinciden en afirmar los expertos.

Japón fue el primer mercado de móviles con acceso a Internet y es el más avanzado del mundo en cuanto a sus servicios, recordó en Tokio Omid Kordestani, vicepresidente de Google, con ocasión del anuncio de que este buscador se incluirá en los móviles del operador NTT DoCoMo.

Los móviles japoneses están tan adelantados que sus dueños leen libros en ellos, descargan cursos universitarios, pagan sus compras y el transporte en tren y autobús. Los japoneses, con sus móviles, ven la televisión, navegan por Internet o pujan en subastas, entre otras muchas funciones que han relegado a los ordenadores personales.

Descargas musicales

Sin embargo, en Japón el éxito más espectacular de los móviles es su uso para descargar música, hecho que ha paliado la caída de ventas de los CD tradicionales con el auge de la música digital. La última moda es utilizar códigos bidimensionales en las portadas de discos compactos para facilitar su adquisición.

Para ello hay que fotografiar con el celular la carátula del CD, incluso en una revista, para acceder a un sitio en la Red que almacena el álbum y desde el que se puede hacer la descarga.

Una de las prestaciones de los móviles en Japón es la de utilizarlos como control remoto, algo que existe desde hace años en el archipiélago nipón, pero que se ha extendido últimamente. Los clientes de NTT DoCoMo pueden modificar a distancia las funciones de los aparatos del hogar, desde los interruptores de la luz, el aire acondicionado o la calefacción, hasta la lavadora o la máquina expendedora de comida para su mascota.

Esa máquina envía una señal al teléfono de su propietario avisándole de que el animal se ha acercado al dispensador y, si lo considera necesario, lo activará pulsando un botón del móvil para que salga de él una ración.

La misma operadora lanzó el pasado diciembre una línea de móviles para niños de corta edad que incluye programas con libros de imágenes y horarios escolares, con los que quiere impulsar su aprendizaje.

Casi la totalidad de los estudiantes de bachillerato, el 50% de los de secundaria y un tercio de los de primaria poseen un celular propio. Casi el 100% de las estudiantes bachilleres pasan una media de dos horas al día usándolo, mientras que sus compañeros le destinan 90 minutos.

Ante esta situación, los antropólogos alertan de que la comunicación requiere tanto lenguaje corporal como verbal, elementos que no pueden ofrecer los móviles, y recuerdan que las conversaciones cara a cara ayudan a explicar malos entendidos y a resolver conflictos, instrumentos básicos de la interacción humana. También destacan que el uso de los celulares tiene aspectos positivos al contribuir a que sus usuarios desarrollen cierto sentido de control sobre su propia vida e identidad, y, dado que el número no es de un grupo ni de una empresa ni de una familia, sirve como identificador. En caso de que responda a una necesidad de escape, cierto grado es saludable para los jóvenes, afirman.

Otras novedades en Japón es que la Universidad por teléfono móvil es una realidad desde que en abril de 2007 el Gobierno japonés permitió su apertura y que conceda títulos académicos. La Cyber University, la única institución nipona que da clases en la Red, cuenta ya con más de 1.850 estudiantes. Ofrece todas sus asignaturas de estudios, como Cultura antigua china, Periodismo y Literatura inglesa, en Internet.

Japón es también la patria de un nuevo género literario, el de las novelas celulares, que se pueden leer en el móvil reimpresas en forma de libro y que se han impuesto en la cultura popular. De las últimas 10 novelas impresas más vendidas en diciembre, 5 fueron creadas originariamente para los móviles.

Se trata en su mayor parte de historias de amor escritas con las breves frases que se emplean en los mensajes de texto; habitualmente carecen de trama y desarrollo profundo. Independientemente de su calidad, las novelas celulares registran un alto número de ventas, pese a que en sus comienzos, en el año 2000, fueron consideradas un subgénero y desprestigiadas intelectualmente. Sin embargo, es un entretenimiento más del móvil y una alternativa a los tópicos juegos de marcianitos.