Touriño reivindica su autonomía dentro del PSOE

El presidente de la Xunta y secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, replicó ayer en Madrid la tesis del BNG de que sólo los nacionalistas están en condiciones de defender los intereses de Galicia a partir de las elecciones del 9 de marzo. Touriño reivindicó la "autonomía plena" de los socialistas gallegos respecto a la dirección nacional del PSOE durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, en el cual se mostró "orgulloso" del peso del PSdeG y de su "aportación activa" en el socialismo español. "El carné de galleguismo lo reparten los ciudadanos", precisó el presidente gallego. Mientras "el nacionalismo luchaba contra el Estatuto", el PSdeG contribuía "decisivamente" a la aprobación en 1981 del marco estatutario.

El líder gallego valora "la cultura de entendimiento" con los nacionalistas

En respuesta a una pregunta de los asistentes, Touriño descartó cualquier hipótesis de radicalización del BNG. "El nacionalismo gallego no es equiparable a otros nacionalismos, responde a otro país y a otras circunstancias", aseveró. De hecho, se siente "relativamente satisfecho" con "la cultura de coalición y entendimiento" desarrollada con sus socios de Gobierno en el seno del bipartito. Aunque "todo es mejorable", admitió.

Sobre las declaraciones del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, en torno al cierre del mapa autonómico con los estatutos pendientes, el presidente defendió que "Galicia tiene todo el derecho a dar ese paso". "Espero que lo haga", afirmó. Con todo, Touriño vinculó la posibilidad de reabrir las negociaciones a un cambio de actitud del PP, que hoy por hoy está sometido aun proceso de "derechización increíble".

El presidente se refirió también a la necesidad de que la jerarquía de la Iglesia católica "avance en el sentido más constitucionalista de las relaciones" con el Estado y no interfiera en la vida política. Esa posición, explicó, "predomina" en la jerarquía eclesial gallega, algo que Touriño no quiere que cambie. Por ello, interpretó que "no es un buen indicador" el nombramiento de un sobrino de Antonio María Rouco Varela, obispo de Madrid, como nuevo obispo de Lugo. "Este último nombramiento probablemente no es la mejor muestra de ese deseo", señaló.

En relación con las obras de construcción de la línea de alta velocidad, el presidente demandó al Ministerio de Fomento que "sin dilación alguna" ponga "las máquinas en funcionamiento" en la mina de Serrabal para concluir el AVE entre Santiago y Ourense. "Deseo fervientemente que se inicie cuanto antes, mejor si es ahora y no pasado mañana", subrayó Touriño. Galicia "no puede perder más días".

En este contexto, el presidente gallego anunció un Plan de Dinamización de Obra Pública para impulsar la construcción a través de la agilización de la contratación de infraestructuras de transporte y viviendas de protección pública. Una "medida de choque" con la que la Xunta pretende poner en marcha "un colchón" frente a la anunciada ralentización económica.

"Pero lejos de derivar en temporal, los vientos llegarán atenuados a nuestras playas", agregó a continuación. La primera razón para la confianza, argumentó el presidente, es la fortaleza que de la economía española, que "tiene musculatura para afrontar las dificultades". No obstante, advirtió, existe el riesgo de "sembrar expectativas negativas", que pueden ahuyentar a los inversores. "Crear alarma económica supone una grave irresponsabilidad", insistió.