Hacia una política de inmigración conjunta

Incluso en el tema de la inmigración, hasta hace poco motivo de divergencias, españoles y franceses estaban ayer de acuerdo. Atrás quedan las amargas críticas de Nicolas Sarkozy, desde su puesto de ministro del Interior, sobre el proceso de regularización de inmigrantes realizado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2006. Ayer, se quiso dejar claro por ambas partes que todo fue un problema de "prejuicios y malentendidos", superados ahora tras haber podido explicar las razones que llevaron a Madrid a regularizar a 700.000 sin papeles y el porqué de los temores que esto despertó en Francia.

España se suma a las tesis francesas de tolerancia cero con la inmigración irregular, y ambos países se embarcan en un proyecto de política migratoria común, que debe ser el embrión de la estrategia europea en este campo y que Sarkozy quiere instaurar durante la presidencia francesa de la UE en el segundo semestre de este año.

Según el acuerdo firmado ayer, Francia y España se comprometen a impulsar repatriaciones conjuntas de inmigrantes, un propósito que según los expertos no pasa de ser declaratorio. Si bien es cierto que París y Madrid realizaron en el pasado algunos de estos vuelos, esencialmente para repatriar rumanos, ahora el Gobierno español ha establecido una serie de acuerdos con países africanos que, a cambio de cooperación o de visados de trabajo legales, permite devolver a sus países, con discreción, a irregulares.

Cuotas por oficios

Sarkozy explicó que la inmigración sigue siendo necesaria tanto para Francia como para España, pero que debe ser legal, por lo que anunció que establecerá un sistema de cuotas por oficios y por regiones. Zapatero, por su parte, insistió en que "hay que sumar los medios y los instrumentos" para luchar contra la inmigración ilegal y contra las mafias que la controlan, y establecer una conexión directa, económica y diplomática, con los países de donde salen los inmigrantes.

La declaración conjunta firmada ayer, además de incidir en la cooperación a nivel de información y de expertos, propone reforzar la vigilancia a través de la agencia Frontex, y en este sentido Francia y España se comprometen a poner a disposición de esta agencia medios adicionales para la vigilancia costera.

También se firmó un acuerdo para la convalidación de los respectivos títulos de bachillerato. Quienes obtengan este título, bautizado como "bachi-bac", podrán acceder a los estudios superiores en España y Francia.