Indefensión

Casi las seis de la tarde. Suena el teléfono de casa: "¿La señora Tal [nombre y apellidos]? Llamamos de la entidad X...". "Mire, no me interesa y no tengo tiempo". Cuelgo. Casi las ocho. Vuelve a sonar. "¿La señora Tal [nombre y apellidos]? Llamo de la compañía Y...". Más enfadada respondo: "No me interesa. Y hagan el favor de no molestar a la gente en su casa". Cuelgo y vuelve a sonar. No lo cojo y deja un mensaje la misma voz de mujer. "Eres una zorra".

¿Hasta cuándo debemos aguantar esta intromisión e indefensión en nuestro hogar y nuestra intimidad? ¿Quizá damos nuestro nombre y teléfono a cualquiera? ¿Por qué lo tienen y utilizan ciertas empresas para acosarnos? Y no me vale que me digan que quienes llaman están trabajando, a menudo, en condiciones precarias. ¿Nos corresponde a nosotros "purgar" esta injusticia social y laboral, sacrificando nuestro tiempo e intimidad? Si siguiéramos la corriente, ¡aún creerían que es un buen método de venta, y la presión aumentaría! Lo saben todo de ti, pero no puedes llamar para quejarte porque cuando te llaman no sale su número. Y aunque contactaras, dirían que es una empresa subcontratada y que no son responsables de sus métodos y se quedarían tan anchos.

¿Dónde están los políticos que han de velar por nuestros intereses y derechos, y hacer leyes que nos protejan (e incluso hacerlas cumplir, que esa es otra)? Ah, sí, debatiendo sobre el sexo de los ángeles y refundando cosas... Después se extrañan de que no vayamos a votar. Claro, vote la gente lo que vote, ellos se reparten igualmente porcentajes y poltronas...