Una nueva avería en la depuradora de Vigo agrava los vertidos a la ría

La depuradora de Lagares, al sur de Vigo, nunca ha funcionado correctamente desde que se inauguró hace diez años. Las sucesivas obras complementarias que se le han ido añadiendo sólo han conseguido elevar en más de un 70% el presupuesto inicial de la obra (hasta más de 22,5 millones de euros), sin evitar su condición de principal foco de contaminación microbiológica de la ría de Vigo.

Una grieta en un digestor y el desplazamiento de la pared que lo soporta ha provocado una nueva situación crítica a la depuradora. Los técnicos aún no han determinado si la causa es un problema de cimentación. El Ayuntamiento se ha visto obligado a realojar a 16 vecinos que viven cerca de las instalaciones de la planta.

El 99,6% del total de coliformes fecales que se encuentran en la ría pasan por la depuradora del Lagares, emplazada en la xunqueira o desembocadura del río, en un extremo de la playa de Samil. Limitar esa incidencia contaminante costaría al menos otros 18 millones de euros más.

La Comisión Europea blande aún una multa por la contaminación de la ría viguesa, declarada incompatible con su producción de mariscos, que las autoridades españolas han conseguido por el momento neutralizar con el proyecto de construcción de una nueva depuradora, soterrada en el mismo lugar, que costará casi 200 millones.