Impacto aromático

Que tenga que venir un enólogo neozelandés, en este caso Alistair Gadner, a demostrar las inmensas posibilidades de nuestra uva albariño y a diseñar un vino al gusto internacional, capaz de competir con los grandes blancos, es todo un síntoma de la persistencia de cierto conservadurismo en nuestra prestigiosa denominación de origen Rías Baixas. Una zona que debería estar más volcada en las tareas de exportación si quiere que sus incrementos productivos no compliquen aún más las cosas. Pero la visita del ilustre winemaker merece la pena, y los resultados de su labor son ejemplares, particularmente en el tratamiento del blanco albariño fermentado y criado en barrica, una técnica utilizada demasiadas veces sin verdaderos criterios artísticos.

Partiendo de uvas seleccionadas procedentes de As Neves, en lo mejorcito de la subzona de Condado, la bodega Viña Nora ha creado un blanco de fuerte impacto aromático, con la impronta del varietal marcando la melodía de frutas, flores, cítricos, hierbas aromáticas, especias y humo. Una composición elegante, armoniosa, que se corresponde con el paladar untuoso, fresco, de gusto complejo, donde se contrapuntean los sabores golosos con la percepción amarga.