¿Qué hace el Gobierno?

Es bien sabido que en un Estado, el impuesto sobre la renta tiene la propiedad de redistribuir la carga fiscal entre los ciudadanos, reflejando objetivamente la atención social hacia la población con menos recursos. Se establecen por tanto deducciones y reducciones que minoran la carga impositiva de las personas con más dificultades económicas. En el caso del IRPF español se da una situación esperpéntica, consistente en que las personas de cualquier edad que ya están establecidas antes de 1998 en una vivienda de alquiler pueden obtener por el arrendamiento una deducción de 601,01 euros anuales; mientras que en el caso de los jóvenes menores de 35 años que intenten emanciparse, dicha deducción solamente puede alcanzar 150 euros anuales. En aras de la independencia de los jóvenes, sería mucho más sensato corregir esta situación fiscal que sacarse conejos de la chistera para premiar el nacimiento de un hijo. ¿Estará preocupado el Gobierno por si se lo gastan en botellón?-.