Barberá da vía libre a los derribos en el edificio histórico de Tabacalera

El conjunto histórico de la antigua fábrica de tabacos de Valencia tiene los días contados. El PP impuso ayer su mayoría para adjudicar los derribos de las naves laterales y traseras de Tabacalera. La demolición permitirá al Ayuntamiento crear nuevas zonas verdes, pero beneficia sobre todo al grupo inmobiliario Ballester, que dispondrá de un solar en uno de los enclaves más caros de la ciudad para edificar unas 300 viviendas.

La operación que certificó la desaparición de parte del complejo modernista construido en 1909 se cerró hace un año. La alcaldesa, Rita Barberá, recibió el edificio para convertirlo en sede de los servicios municipales de manos de Ballester a cambio del inmueble público de la plaza de América y el derecho a edificar en las naves traseras de Tabacalera. El gobierno local alega que estos edificios anejos son elementos impropios de la estructura original, en contra de numerosos informes, protestas de arquitectos, asociaciones cívicas y la oposición al PP, y de la intención del Gobierno de que se declarara protegido. La plataforma Salvem Tabacalera previsiblemente pedirá la paralización de los derribos.

"Es un día triste. Se ha oficializado el expolio de una parte del patrimonio", sentenció el concejal socialista Vicente González Móstoles, mientras que el también edil del PSPV Rafael Rubio recordó que la empresa inmobiliaria ganará al menos 230 millones de euros. La operación "tiene todos los parabienes de los técnicos y de Patrimonio", zanjó el responsable de Urbanismo, Jorge Bellver.