Confianza bajo cero

Los problemas de la economía y de las empresas estadounidenses empiezan a adquirir lo que algunos observadores denominan "masa crítica", en cuanto a su posible influencia sobre la evolución de los mercados de valores. La caída en los resultados de los grandes bancos de aquel país cuestiona la política de silencio mantenida hasta ahora en cuanto a la crisis y sus efectos, y obliga a los inversores europeos a preguntarse si la situación es extrapolable, aunque algunas entidades europeas ya advirtieron en los primeros momentos sobre un impacto negativo.

Así las cosas, llega Telefónica y recupera el ritmo alcista después de unos días de descanso y hace valer su enorme ponderación en el Ibex 35.

Al cierre de esta sesión, el principal índice de la Bolsa española subió el 0,61% y supera la primera resistencia importante en su teórico camino hacia los máximos históricos. El Ibex 35 cerró en 15.279,70 puntos, pero volvió a superar el nivel de los 15.300 puntos, mientras que los valores medianos y pequeños acusaban la presión ambiental y se dejaban el 1,32% y 0,13%, respectivamente.

La jornada estuvo marcada por los nuevos máximos del precio del petróleo, que son como una garantía de inflación a medio plazo, lo que hizo que los inversores prestaran mayor atención al dato definitivo del IPC de Alemania de septiembre, ya en el 2,4% y en el 2,7% en términos armonizados con el resto de la eurozona.

En el mercado español volvió a destacar la debilidad de los valores bancarios, que parecen contar muy poco en la composición de las carteras más conservadoras, hasta ahora las más favorables a estos valores.

El estancamiento en algunos índices importantes, como el ZEW de confianza empresarial en Alemania y el de producción industrial en Estados Unidos, parecían confirmar el enfriamiento económico a ambos lados del Atlántico.