La última marcha de Matilde Salvador

Cientos de vecinos de Castellón pasaron ayer por el salón de plenos del Ayuntamiento para dar el último adiós a Matilde Salvador. El retrato de la compositora, hija predilecta de la ciudad, compartía espacio con su ferétro mientras las campanas de la ciudad, Vicente y María, repicaban a duelo desde lo alto del Fadrí, el campanario civil de Castellón.

El alcalde, Alberto Fabra, los portavoces de los grupos de la oposición, Juan María Calles y Enric Nomdedéu, o el Consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, fueron sólo una muestra de los representantes políticos que se acercaron a darle el último adiós a la compositora, como los alcaldes de Benicàssim, Francesc Colomer y Onda, Enrique Navarro, o el subdelegado del Gobierno en Castellón, Antoni Lorenzo.

Alberto Fabra y el cronista de la ciudad, Antonio Gascó, fueron los encargados de ensalzar la figura de Matilde Salvador como creadora y como persona. El alcalde recordó la implicación de la compositora con todos los sectores sociales y culturales de la ciudad y destacó su papel de "embajadora" de Castellón.

Poco después de las doce, cuando el Ayuntamiento estaba atestado de coronas de flores, el féretro de Matilde Salvador fue sacado, a hombros, del Salón de Plenos. Las campanas seguían repicando en señal de duelo y la banda municipal interpretó Marcha de la ciudad, una de las piezas que la fallecida dedicó a Castellón.

Las cenizas de Matilde Salvador, que murió el viernes en Valencia a los 89 años, serán depositadas hoy en el cementerio de San José de Castellón.