30.000 libros se acumulan en los sótanos de la Diputación lucense

El anterior equipo de gobierno de la Diputación de Lugo, que presidió el popular Francisco Cacharro, dejó parte de los sótanos del ente provincial convertidos en "un auténtico cementerio de libros", donde se acumulan más de 30.000 ejemplares editados por el servicio de publicaciones que no llegaron a ser distribuidos. La Diputación se convirtió en uno de los entes públicos que más editaba en Galicia.

Fue el portavoz del BNG, Antonio Veiga quien dio cuenta de esta incidencia y avanzó la decisión de promover "un cambio radical y de criterios" en la selección de obras que a partir de ahora publicará la Diputación. Se pretende evitar el almacenamiento de ediciones casi completas que permanecen amontonadas en la sala de calderas o en lo que fue la antigua imprenta provincial.

La mayor parte de estas publicaciones se editaron en los últimos 5 o 6 años "sin ningún criterio de selección". "En teoría había un consello de cultura del que yo mismo formé parte, pero muchas veces ni siquiera se respetaba su criterio", recordó el diputado, quien no ocultó que en algunos casos se editaban libros que obedecían, dijo, "al capricho personal de algún autor que tenía buena relación con el antiguo presidente de la Diputación".

Veiga denunció que con el sistema seguido hasta ahora había "más cantidad que calidad", aunque para ello se tuvieran que asignar "grandes cantidades de aportación económica", que llevaron a la Diputación a convertirse en uno de los organismos públicos de Galicia que "más editaba y publicaba", aunque sólo un 5% en gallego.

El nuevo servicio de cultura pretende que las publicaciones que surjan a partir de ahora sirvan para "normalizar" el uso del gallego. También se propone tener "un criterio claro" en la elección de obras y un sistema de distribución "más profesional y ágil".