Los topillos han resistido el fuego, pero en el campo insisten en quemar

En Fresno el Viejo (Valladolid), el pueblo donde comenzaron las quemas programadas por la Junta de Castilla y León para acabar con la plaga del topillo hace ahora una semana, los habitantes observan cómo el roedor sigue en sus campos. "Nada ha cambiado, no se ha visto una muerte masiva de ratones, pero sí es verdad que se están comiendo la cebada con química que hemos puesto. Sólo hay esperanzas", explica el alcalde del lugar, Ángel Luis Navarro. Pero cree que las quemas deben continuar para cortar una vía de alimento a estos animales, que se van a los cultivos de regadío para seguir royendo las patatas y remolachas.

"Es imprescindible seguir quemando, pero para ello habrá que agilizar este proceso, porque si siguen desplegando toda esta parafernalia, no se avanza. Creo que con la ayuda de los agricultores, las vertederas y los tanques de los ayuntamientos podemos hacerlo solos", dice. Las quemas cuentan con la ayuda de especialistas de la Junta y del Seprona para evitar que el fuego se extienda de forma indeseable. En los viñedos de Ribera de Duero ya hay topillos, pero no cabe hablar aún de plaga. Y lo mismo pasa en algunos pueblos de Aragón.