Un informe apunta a un fallo humano como causa del accidente de aviación que costó 199 vidas en São Paulo

Un fallo humano fue la causa de la tragedia del Airbus A-320 de la compañía brasileña TAM, que el pasado día 17 se estrelló contra un edificio de la terminal del aeropuerto de São Paulo, causando 199 muertos. Así se desprende de un informe sobre la lectura de la caja negra, revelado ayer por la revista Veja. Al mismo tiempo, la tragedia podría haber sido mucho menor si la pista del aeropuerto de Congonhas hubiese sido más larga y hubiese estado definitivamente construida, ya que fue abierta al tráfico antes de estar acabadas las ranuras que permiten la evacuación del agua en los días de lluvia, como lo era aquel de la tragedia.

El comandante del Airbus tenia fuera de posición una de las dos palancas que regulan el funcionamiento de las turbinas en el momento de tocar tierra. El error hizo que la turbina actuase en sentido contrario; mientras la izquierda ayudaba a frenar, la derecha le hacía acelerar. Por ello, el piloto no consiguió frenar el avión, que posó a 240 kilómetros por hora. No hubo, pues, fallo en los frenos.

El hecho de que, a pesar de haberse tratado de un fallo humano, la tragedia de Congonhas podía haberse evitado o minimizado si la pista hubiese sido más larga y hubiese estado en mejores condiciones lo demuestra, según Veja, el hecho de que ya ha habido dos casos idénticos en la historia. El primero con un avión de la Philippine Airlines, en 1998, y el otro en 2004 con otro Airbus 320, como el de TAM, en Taipei. En el primer caso hubo tres muertos y en el segundo ni siquiera hubo heridos, porque las pistas permitieron al piloto parar el avión. Según la revista, "la pista de São Paulo no deja margen para el error".

La Aeronáutica brasileña asegura que es prematuro para atribuir la tragedia a un error humano. "Las hipótesis presentadas en la información están entre varias otras que se están investigando", aseguran las autoridades en un comunicado. El aeropuerto de São Paulo fue reabierto el viernes, diez días después del accidente, pero los aterrizajes están restringidos a las condiciones climatológicas.

Ayer, cientos de personas marcharon en el lugar del accidente para rendir homenaje a las víctimas y pedir responsabilidades al Gobierno.