Una niña ahogada y otro menor herido en Guardamar

Las aparentes aguas mansas del Mediterráneo se han cobrado desde el inicio del verano, al menos, 16 vidas, entre ellas las de tres menores. El último accidente, ayer en Guardamar del Segura, se saldó con una niña muerta y otro menor, de siete, ingresado en el hospital. Cruz Roja achaca el alarmante dato a la imprudencia de los bañistas. En la mayoría de los puntos ondeaba la bandera roja o amarilla.

Un socorrista que circulaba en quad fue quien rescató ayer a una niña y a otro menor en aguas de Guardamar del Segura. La pequeña, de ocho años, sufría una parada cardiorrespiratoria y las dos unidades medicalizadas no pudieron reanimarla. En ese mismo incidente estuvo también involucrado otro pequeño de siete años pero logró salvar la vida. A esa misma hora, pero a unos cuántos kilómetros más al sur, un hombre fue socorrido por agentes de la Guardia Civil después de que se adentrara en el mar para auxiliar a su hijo y a un amigo, atrapados por las corrientes en la playa de Torrevieja. Los adolescentes, de 16 y 17 años, lograron arribar a la orilla pero no así el progenitor, para quien la intervención de la patrulla fue providencial. Este fin de semana ha sido especialmente negro en las costas valencianas con un balance de seis ahogados. En buena parte de los puntos con accidentes, el flujo de corrientes marinas era intenso. Para Cruz Roja, las aparentes apacibles aguas mediterráneas llevan a los bañistas a desafiar las señalizaciones (color de las banderas) y el perímetro de seguridad fijado por las boyas.

Después de cuatro ahogamientos en Oropesa, la Cruz Roja mantuvo ayer una reunión con el ayuntamiento en la que se determinó dar potestad a la policía local para sancionar a los bañistas que no respeten la bandera roja.