Cafeína en 300 dosis

Son del montón. Ni altos ni bajos, ni guapos ni feos. Ni tienen un gran porvenir. Parafraseando al trío catalán Pastora, así son los trabajadores que pululan por Camera café (Tele 5) desde hace casi dos años. A pesar de su perfil bajo, la plantilla de esa empresa imaginaria -el jefe resignado, el comercial chulesco, el sindicalista vendido, el contable ingenuo-, con sus protestas, reivindicaciones, conspiraciones, amiguismos y demás miserias del ámbito laboral, ha provocado la sonrisa de una media de casi cuatro millones de espectadores (22,6% de cuota) durante 2007.

Las disparatadas situaciones protagonizadas por Jesús Quesada (Arturo Valls), Julián Palacios (Carlos Chamarro), Mari Carmen Cañizares (Esperanza Pedreño), Gregorio Antúnez (Luis Varela), César Sarachu (Bernardo Martín) y compañía frente a la máquina expendedora también han servido para situar, en el primer semestre del año, 65 capítulos entre los tres programas más vistos del día.

La ficción diaria, que produce Magnolia y pilota Luis Guridi, cofundador junto a Santiago Aguilar de La Cuadrilla (Justino, un asesino de la tercera edad, Atilano, presidente), alcanza esta noche (21.20) 300 emisiones. Seguirá en antena hasta finales de julio y se despedirá con un especial.

Tras el parón de agosto, Camera café volverá con nuevos bríos y algún fichaje si viene al caso. Guridi es muy claro: "Sólo se admiten personajes en caso de absoluta necesidad". Juana Cordero, Choches, la chica de la limpieza, ha sido la última actriz en entrar en este restringido club. "Después de ver su potencial, pasó de ser una figura episódica a formar parte del elenco", añade. Y si hay un personaje que fascina a Guridi ése es el de Marimar Montes, la surrealista secretaria del jefe. "Es mi ojito derecho".

Sin grandes despliegues audiovisuales, Camera café es un claro ejemplo de cómo una sola cámara fija, un único escenario, unos diálogos brillantes y unos actores casi desconocidos pueden lograr un milagro televisivo en una época en la que los fracasos son más numerosos que los aciertos. No obstante, nadie se explica el éxito de "estas dosis de humor concentrado y con muy mala leche", en palabras de Guridi.

La idea de Camera café es sencilla aunque no nueva. Las cadenas autonómicas estrenaron el formato en 2003 (en Telemadrid con Óscar Ladoire como protagonista), pero pasó con más pena que gloria, mientras que en Francia, de donde procede la versión original, o en Italia lograban críticas y audiencias notables. Desde su estreno, casi 800 sketches y 8.000 páginas de guión han sido creados por un equipo de seis personas. A excepción del programa piloto y los 60 primeros episodios de la serie, que fueron adaptaciones de los textos franceses, el resto es obra de un grupo en verdadero estado de gracia.

Y como Camera café se emite dentro del horario de protección infantil, pero las palabrotas son moneda corriente, Luis Varela, el capo Antúnez, ha prometido morderse la lengua el próximo curso.