ANV elude condenar la violencia porque es "una palabra maldita"

Acción Nacionalista Vasca (ANV) sigue en sus trece y se resiste a condenar la violencia de ETA y la kale borroka. La futura alcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, afirmó ayer en San Sebastián que han transcurrido muchos años "con esa maldita palabra" (condena) y aún "no se ha solucionado nada". A preguntas de los periodistas, eludió varias veces reprobar los actos de kale borroka de los últimos días, porque "entrar en esa dinámica no es lo correcto", dijo. "Lo que hay que hacer es buscar soluciones".

Beitialarrangoitia manifestó que su partido apuesta por "mirar adelante y no hacia atrás". En este sentido, emplazó al resto de partidos a "buscar soluciones y trabajar por ellas", porque por esa vía "encontrará en ANV un aliado". Esta formación reiteró que los miembros de las listas anuladas tienen previsto acudir hoy a todos los ayuntamientos, que celebran los plenos de constitución, a exigir los cargos que se adjudican. Askatasuna anunció que secundará estos actos.

El Departamento vasco de Interior ha establecido un dispositivo especial, similar al de las elecciones, para garantizar la seguridad durante la constitución de las corporaciones. Los partidos democráticos han expresado su preocupación por las presiones y el acoso que están recibiendo sus electos por parte de simpatizantes de la izquierda abertzale.

Los representantes de esta formación acusaron al resto de partidos, salvo Aralar, de "cerrar las puertas a la voluntad popular" y arrebatarles las concejalías que se autoadjudican con los votos nulos. Aralar es el único partido que ha anunciado que renunciará a tomar posesión de las concejalías que considera que corresponderían a la izquierda abertzale. Iban Maia, miembro de la candidatura de ANV de Lesaka (Navarra), criticó que el resto de partidos "pretenden ocultar su responsabilidad cargando los errores" a sus espaldas".

[H.E.D., de 23 años, fue detenido ayer por la tarde por la Ertzaintza en San Sebastián por participar, supuestamente, en el ataque a una sede del PNV. Un grupo de encapuchados roció el batzoki con aceite y realizó pintadas, a la vez que causaba daños de importancia en el mobiliario].