Gran faena de Serafín Marín

A la espera del gran acontecimiento del próximo domingo con la reaparición de José Tomás, la Monumental celebró la cuarta corrida de toros de su actual ciclo de primavera en la que regresaba a su ruedo el diestro catalán Serafín Marín, que estuvo muy lucido con el capote en su primero, que tenía un buen tranco, pero al que le fallaban las fuerzas y al que inició vistosamente un muleteo en el que, con mimo y temple, tuvo que procurar que el noble astado no rodase por la arena. Saludó al cuarto con unas excelentes verónicas. El toro, muy boyante, aguantó más que los anteriores y Marín estuvo muy lucido con él, dando distancia y toreando con autenticidad, aguante, temple y mando. Fue volteado en las postrimerías de la faena y acabó de una estocada hasta las cintas. Gran faena a un gran toro. Cortó las dos orejas y pasó a la enfermería, en donde se le apreciaron heridas y contusiones de pronóstico leve. Salió a hombros por la puerta grande.

Justo de fuerzas también el segundo. Matías Tejela lo entendió bien y hasta le instrumentó buenos muletazos, aunque no pudo redondear el trasteo. La suerte de varas en el quinto fue un simulacro. Tejela lo muleteó con clase, templando las embestidas con un buen corte torero. La estocada cayó desprendida. También tuvo que cuidar al tercero Eduardo Gallo y lo hizo con temple. Se midió mucho al sexto en varas y Gallo mostró de nuevo buenas maneras en una faena de mucha entrega, ante una res que punteaba los engaños y no humillaba.