La Casa Blanca abre la puerta a una operación de relevo

Por primera vez, la Casa Blanca abrió ayer la puerta a una posible salida de Paul Wolfowitz. "Todas los opciones están sobre la mesa", declaró Tony Snow, portavoz del presidente, poniendo distancias con el hasta ahora apoyo incondicional hacia el americano situado al frente del Banco Mundial.

"Le apoyamos, tiene nuestra confianza", informó Snow. Sin embargo, el portavoz bajó a continuación el tono de solidaridad y dijo que la controversia ha sido "un episodio que ha magullado" a la institución y que podría afectar a su integridad.

Wolfowitz está acusado de favoritismo hacia su novia, Shaha Riza, y ayer seguía enfrentando la revisión del panel de ética del banco. Será el Consejo Ejecutivo quien decida la suerte del en otro tiempo halcón del Pentágono y arquitecto de la invasión de Irak. Pero que la Casa Blanca le dé la espalda o se mantenga fiel a su hombre supondría que Wolfowitz se quede del todo solo o mantenga al menos un aliado. La nueva estrategia de la Administración de George Bush se habría elaborado durante una conferencia entre el Departamento del Tesoro en Washington y los ministros de Economía de Japón, Canadá y Europa, según The New York Times.

La política a seguir en estos momentos tendría dos fases. La primera requeriría que el consejo aceptase que Wolfowitz ha errado, pero al igual que lo hicieron otros en el pasado y siempre de buena fe, según fuentes recogidas por el Times. La segunda es la que muestra la puerta de salida al presidente del organismo internacional, ya que declara que "todas las opciones" están abiertas sobre el futuro de Wolfowitz debido a la profunda antipatía que ha generado entre la plantilla, el consejo directivo, los principales países donantes y los ministros de Finanzas.

En este último punto se paró ayer Snow. "En algún momento se darán conversaciones sobre la futura administración del Banco Mundial". Y en ese punto es donde "todas las opciones están abiertas".