La riqueza no altera la campaña

La renta media declarada por los vecinos de Tomares es 5,3 veces superior a los del serrano pueblo almeriense de Benitagla. En el primero se matricularon el pasado año 983 coches, en Benitagla no estrenaron ninguno en 2006.

Esa es una de las principales diferencias ante la próxima jornada electoral. En Tomares tienen muchos coches, y salir del pueblo para trabajar en Sevilla, es toda una odisea cada mañana. En Benitagla tienen pocos servicios y reclaman más. Pero no porque se viva mal, sino porque es la única forma de crecer y de conseguir que los pocos jóvenes que quedan se queden allí a vivir.

En Tomares los candidatos prometen nuevas vías y transportes para salir de lo que algún vecino llama "una jaula de oro", hasta por el aire ofrecen una solución al tráfico ofertando un teleférico. En Benitagla, por contra, las promesas electorales abarcan una piscina y un campo de fútbol. En Benitagla hay tres candidatos para la alcaldía: GIAL, PSOE y PP. En Tomares seis. PSOE, PP, PA, Tomares Siglo XXI y Grupo Independiente.

Otra coincidencia de las campañas de ambos pueblos es el desarrollo urbanístico, eso sí con notables diferencias. Las urbanizaciones han colmatado el espacio urbano de Tomares y ahora se busca la panacea con la construcción de VPO y pisos en altura. En Benitagla hay sólo dos carteles a la salida del pueblo: Uno es de una inmobiliaria: "Señorío de Los Filabres. Apartamentos de uno y dos dormitorios. Amplias terrazas. Solarium. Piscina". El otro es de la Junta de Andalucía: "Construcción de 30 nichos en el cementerio de Benitagla".