Chantaje inadmisible

Leo en su diario unas declaraciones bochornosas del señor Ecclestone ligando la concesión de un segundo Gran Premio de F-1 a España a la victoria del PP en la Comunidad Valenciana. Semejante afirmación supone un chantaje inadmisible para cualquier sociedad, y mucho más justo antes del arranque de una campaña electoral. El señor Camps, en lugar de enmendarle la plana, le agradece el detalle "hacia su persona" (lo cual no deja de ser un insulto a todos los valencianos, ya que él logra un acuerdo en nombre de todos ellos, y nunca a título personal).

Estas dos personas han conseguido manchar la que de otra manera hubiera sido una gran noticia, una noticia celebrada por todos (aunque hubiera sido tildada de oportunista). Ahora es sólo un chanchullo entre una empresa privada y un partido político para direccionar el voto en las próximas elecciones. Si, además, aderezamos todo esto con la supuesta participación de Alejandro Agag, yerno del ex presidente Aznar, todo el asunto pasa ya de desatinada anécdota a peligrosa confabulación.

Ahora, los valencianos tienen ante sí la oportunidad de responder a un chantaje que desacredita de manera vergonzante a todos aquellos que han participado en él.