Ausencia de panfletismo
Antes de tener la piel de Rodrigo de la Serna en Crónica de una fuga, Claudio Marcelo Tamburrini (Buenos Aires, 1954) le puso el cuerpo a 120 días de pesadilla como detenido-desaparecido en la Mansión Seré. Protagonista del escape del título, el entonces estudiante de Filosofía y portero de Almagro sobrevivió no sólo para dar testimonio en el juicio a las Juntas Militares argentinas en 1985, sino también para contar su experiencia en Pase libre (2002), la "novela testimonial" en la que se basa el largometraje de Caetano. Desde Suecia, donde vive hace 27 años, Tamburrini no duda en afirmar que ésta es una película-bisagra. "Crónica de una fuga marca un corte con las películas del género hechas hasta hoy", señala, pues a partir de ella "no se podrá seguir haciendo filmes sobre la dictadura argentina que simplemente recopilen datos". La mirada de Caetano aporta algo nuevo. No hace del horror, ya conocido, el centro del filme ni pinta "una fuga a lo Hollywood", destaca Tamburrini, sino que logra "una obra de arte cinematográfica en la que se presenta una historia de vida, sin caer en el panfletismo político, con mucho suspenso y emotividad". "No existe maniqueísmo: los buenos no son sólo los que están con las vendas puestas y maniatados, y no todos los malos visten uniforme", señala.
Claudio Tamburrini -el de carne, hueso y recuerdos-, más allá del celuloide, está en paz con su historia. "Cuando me escapé de la casa, salí con la mente sana, entero física pero sobre todo espiritualmente: había conseguido sobrevivir, sin tener que aceptar ni la delación ni las humillaciones impuestas por mis carceleros". Trabaja en la Universidad de Gotemburgo pero viaja a Buenos Aires dos o tres veces al año por razones académicas y sentimentales. "Tengo, por supuesto, una fuerte inserción en el debate social y académico en Suecia, lugar en donde vivo. Pero siento que también lo tengo en Argentina. No vivo en el país. Pero siempre estoy volviendo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Avisos naranjas en cuatro comunidades y un fin de semana de lluvias, nieve y frío invernal
María Guardiola alienta la idea del pucherazo en Extremadura tras 48 horas de silencio: “El derecho a votar se ha hurtado”
El Valencia Basket tras competir en Israel: denuncia insultos racistas y violencia verbal en su partido contra el Maccabi
Moscú celebra el fracaso de la UE al no lograr movilizar para Ucrania los fondos rusos congelados
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16
- Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH: “Hoy rompo este silencio tan doloroso”




























































