Un bufete con éxito y abolengo

Más de 20 años en Marbella dan para abrir una "vastísima cartera de clientes", entre los que, por supuesto, hay nacionalidades de todo tipo. Rafael Cruz Conde y Suárez de Tángil (Segovia, 1944) bautizó con su primer apellido uno de los despachos de la ciudad más conocidos entre empresarios y profesionales.

Titulado en Derecho y Ciencias Empresariales en ICADE, desde 1980 ha trabajado en Córdoba, Málaga, Granada, Almería y Madrid. Según sus compañeros, se trata de un letrado "conocido y respetado" que había logrado establecer "un despacho de éxito" y se había integrado perfectamente en la sociedad marbellí. Viene de una familia de Córdoba, ciudad en la que su primer apellido es uno de los más conocidos y da nombre a parques y calles. Cuatro Cruz-Conde han sido alcaldes de la ciudad en el siglo XX. Su hermano, Fernando, es sacerdote. Se hizo cura a los 39 años, en 1993, y antes estuvo ejerciendo la abogacía y, como él, trabajó durante años en Marbella. Actualmente, Fernando es vicepresidente de Cajasur, la caja de ahorros local en la que la Iglesia tiene una importante presencia. Su abuelo, el conde de Vallellano, fue alcalde de Madrid. "Rafael es toda una personalidad", sostiene uno de sus compañeros, "cualquiera de nosotros le hubiera confiado sus asuntos financieros".

Casado y con hijos -uno de ellos, de nombre Mauro, también ejerce la abogacía- ha participado en numerosos proyectos relacionados con la hostelería, como la creación de la Escuela Suiza de Dirección de Hotel Les Roches Marbella y está vinculado a actividades sin ánimo de lucro como el colegio de primaria Aloha Marbella, situado en una parcela de 25.000 metros cuadrados muy cerca de Puerto Banús.