Molina, el mejor del torneo

Guillermo Molina (Ceuta, 1984) es uno de los supervivientes del equipo que ganó el Mundial en 2001, junto a Iván Pérez y el portero Ángel Andreo. Ante Serbia fue el máximo goleador con cuatro tantos (dos de penalti) y fue elegido el jugador más destacado del torneo. "Estoy sorprendido por el galardón. No habría sido posible sin el trabajo de todos", se congratuló.

Su confianza en el grupo era plena. "Haremos algo grande", predijo. Con 1,90 metros de estatura y cara de niño, se mostró entusiasmado tras el triunfo sobre Serbia. Fue quien lanzó a la piscina al seleccionador, Rafael Aguilar, cuando Mario García marcó el penalti de la victoria y, más tarde, uno de los animadores de la fiesta.

Su brazo asusta a los porteros. "Teníamos mucha confianza en subir al podio", dijo Molina; "y eso no se consigue en un plisplás. Es el esfuerzo de mucha gente". Y auguró un futuro muy bueno: "Desde que se inició este proyecto, sabíamos que tenemos buenos jugadores. Pero debíamos trabajar. Hay grandes jugadores de gran talla en la posición de boya, en los lanzadores y en la portería. Es un grupo muy joven [la media es de 23 años]. Con trabajo, también estaremos en el podio de Pekín".

Molina demostró su temple en el partido ante Serbia. No tuvo dudas en volver a lanzar el penalti en la segunda tanda después de haber fallado en la primera. "Si te toca, te toca. Tenía la confianza de todos y la mía propia. No he tenido ningún miedo", concluyó el jugador del CN Barcelona.