Aprobado el plan del Casco Vello de Vigo tras seis años de trámites

Después de seis años de tramitación, finalmente el Consello da Xerencia de Urbanismo de Vigo aprobó ayer el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Casco Vello con los votos favorables de PP y BNG, la abstención del PSOE y el rechazo del PG. Ahora, para alcanzar validez, ya sólo queda su aprobación en pleno, después de la Semana Santa, y que, a continuación, la Dirección Xeral de Patrimonio tramite su publicación en el Diario Oficial de Galicia.

El plan afecta a una superficie de más de 200.000 metros cuadrados, en una de las zonas más degradadas de la ciudad, pese a su ubicación céntrica e histórica. En la tarea rehabilitadora jugará un papel importante el Consorcio del Casco Vello, del que forman parte Ayuntamiento, Consellería de Vivenda y Zona Franca, que ya ha adquirido más de 9.000 metros cuadrados de edificios a remozar para viviendas o para otros usos.

El concejal socialista Mauricio Ruiz Ceniceros justificó la abstención de su grupo al considerar que, en sus actuales términos, el documento contiene "algunas incongruencias que lo hacen incompatible con el nuevo plan general", aún en fase de correcciones en Política Territorial, "aunque en realidad no sabemos cómo está quedando el plan general ya que nadie nos informa", precisó Ruiz.

Lo principal, según el portavoz socialista, sería que el plan parcial duplica las previsiones de edificabilidad, sobre todo en base a alturas, fijadas en el plan general para los entornos de la panificadora, el Barrio do Cura y el antiguo asilo, con lo que podrían anularse los actuales miradores sobre la ría. También, según Ruiz, la tipología del suelo (urbano consolidado) "favorece a los constructores", que se ahorrarán las cesiones del 10% de los terrenos para usos municipales y de destinar el 20% de los pisos a vivienda protegida.

El arquitecto garantiza

El concejal de Urbanismo, José Manuel Figueroa, no respondió a esas reticencias en la sesión del Consello, sino luego, ante los periodistas, invocando al autor del proyecto, el arquitecto Alfonso Penela, en su condición de asociado del colectivo Outro Vigo é Posible, "que asesora al PSOE y defiende el desarrollo y el crecimiento urbano sostenible. Si aquí hace otra cosa, lo suyo sería cinismo profesional", afirmó Figueroa.

El BNG no entiende las reticencias socialistas, según Henrique Viéitez, ya que los informes de Patrimonio y Política Territorial "no tocan el tema de las alturas", y se felicitó de que finalmente se pueda empezar a actuar sobre esa parte de la ciudad tan abandonada.

Manoel Soto, ex alcalde socialista y actual líder del Partido Galeguista, votó en contra del plan parcial por provenir del plan general de 1993, cuya inseguridad jurídica es reconocida por todos y podría tener también aquí unos efectos análogos.