Delphi ha prescindido desde enero de los trabajadores eventuales

La plantilla de la factoría de Delphi en Puerto Real (Cádiz) no ha cesado su actividad, pese al anuncio de cierre. Sin embargo, la empresa no contrata desde el mes de enero a los trabajadores eventuales que, durante los últimos 13 años, han servido para cubrir las necesidades de mano de obra de la planta. Los ex empleados se han organizado y preparan ya una demanda que presentarán a principios de la próxima semana.

Delphi ha mantenido en estos años una bolsa de alrededor de 500 trabajadores con contratos temporales que, en la mayoría de los casos, tenían una duración de seis meses. Desde el año pasado, con la bajada de los pedidos de la factoría, estas contrataciones se hicieron más irregulares. De hecho, en los últimos meses los eventuales sólo han sido llamados para cubrir las vacaciones de verano y Navidad.

La amenaza de cese de la actividad dejaría a este grupo de trabajadores no sólo sin empleo, sino también sin las indemnizaciones que en caso de cierre de la factoría recibiría la plantilla fija. Una situación que no están dispuestos a aceptar.

Aseguran que sus contratos no han sido legales. "Oficialmente, hemos estado como eventuales por producción circunstancial, para apoyar a la plantilla cuando había pedidos especiales. Pero era falso. La mitad trabajábamos seis meses y la otra mitad otros seis meses, cubriendo una producción estable", denuncia Jesús Dávila, portavoz del colectivo.

Según Dávila, el convenio colectivo recogía que al menos 145 de estos eventuales pasarían a la plantilla fija si quedaba probado que la producción de la fábrica estaba cubierta en un 11% por trabajadores temporales. "Pero lo que hizo entonces la empresa fue dejar de contratarnos y obligar a la plantilla a trabajar en días festivos. Acumularon hasta 50 días de fiesta que les tuvieron que pagar", señala.

Los trabajadores eventuales han exigido los datos de las horas extras y los días festivos que tuvieron que abonarse en los últimos años. Jesús Dávila calcula que todas estas horas fuera del horario normal "equivaldrían a más de 100 puestos de trabajo anuales". "Ni siquiera en los últimos meses, cuando han dicho que bajaba la producción, ha sido cierto: en enero nos han hecho contratos de 12 horas diarias, lo que significa que trabajo sí había", se queja.

Cuando la plantilla fija comenzó sus protestas contra el cierre, los trabajadores temporales se sintieron "marginados". "Se habla de los 1.600 puestos que se pierden", explica Dávila, "pero se olvidan de nosotros, que ya no estamos trabajando". Con todo, el comité de empresa de Delphi ha contactado en los últimos días con este colectivo, que asegura estar ahora "más respaldado".

El comité, mientras, continúa con su ronda de reuniones. Ayer fue recibido en Cádiz por el consejero de Innovación, Francisco Vallejo. Vallejo tranquilizó a la plantilla sobre las sospechas de que la empresa pudiera preparar el anuncio de una quiebra técnica, como habían denunciado los sindicatos. "Delphi no puede hacerlo porque sólo un juez puede decretar la quiebra y no creo que lo hagan", manifestó el consejero. Según Francisco Vallejo, no existen datos en los informes económicos que dispone la Junta de Andalucía sobre la multinacional de automoción que justifiquen una quiebra técnica.