"Increíble, duro, largo y sorprendente"

Roger Federer, el número uno del tenis, abandonó ayer por unas horas su espléndida habitación de 780 metros cuadrados en el hotel Burj al Arab, de siete estrellas; ganó cediendo un set al danés Kristian Pless en la primera ronda del torneo de Dubai (7-6, 3-6 y 6-3) y luego celebró ante la prensa una proeza impensable, un récord que parece imbatible: 161 semanas consecutivas al frente de la clasificación mundial.

"Es una racha sorprendente, increíble. Algo que permanecerá bastante tiempo. Será duro de batir porque no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Es un largo y duro proceso", aseguró el suizo, que desbancó en los libros de las plusmarcas al mítico estadounidense Jimmy Connors.

"Jimmy es uno de los mejores de todos los tiempos. Es increíble que se mantuviera en forma tanto tiempo. Ahora hay jugadores así de intensos: Nadal [que debuta hoy contra Baghdatis] o Hewitt. ¿Podemos imaginarlos jugando hasta los 40 años? Es casi imposible", reflexionó Federer, que señaló precisamente al discípulo de Connors, Andy Roddick, como el rival que más le ha hecho pensar en la posibilidad de caer de su pedestal: "Nunca vi tan cercano perder el número uno como en aquel partido [la final de Wimbledon 2004]. Si Andy hubiese ganado, habría sido su momento y se habría acercado en el ránking".