Los esqueletos en piedra de las viejas 'Casas doentes'

La omnipresencia en el paisaje gallego de edificaciones en ruinas, deterioradas o inacabadas es el punto de partida de la exposición Casas doentes, que se inaugura el próximo lunes en la sede de la Fundación Barrié de la Maza de Vigo. El fotógrafo Manuel Sendón recorrió Galicia de arriba a abajo durante todo un año para tomar instantáneas de centenares de estos inmuebles, que debido a su proliferación han acabado por convertirse en un elemento familiar. Tanto en los pueblos más apartados como en en cualquiera de las ciudades gallegas es difícil encontrar una zona donde no exista alguna casa en estas condiciones.

A través de las fotografías presentadas en diversos formatos, el artista coruñés propone una exploración sobre las posibilidades estéticas y de transmisión de sensaciones que poseen las imágenes de casas arruinadas.

La capacidad de evocación de estas imágenes les confiere un aspecto simbólico, casi mágico y permite realizar una reflexión sobre el estado actual de las construcciones y el significado del paso del tiempo en las mismas. La importancia que siempre ha tenido la casa familiar en la sociedad rural gallega le confiere un papel simbólico singular en nuestra cultura.

Lo primero que encontrará el visitante que acuda a la exposición es una sala en cuyas paredes se proyectan diapositivas de casas abandonadas a tamaño real, lo que transmite una sensación instantánea de encontrarse en el centro de centro de una plaza formada por edificios en ruinas. El cambio constante de imágenes refuerza la sensación de que el espectador va cambiando constantemente de ubicación física. Es como un viaje, a la vez bello y triste, de pueblo en pueblo deshabitados.

Para el autor de tan bellas fotografías, la situación de abandono, y en ocasiones la ruina, en la que se encuentran estas casas es mas consecuencia de la historia que del carácter de los gallegos.

Uno de los motivos por los que en Galicia hay tantas casas abandonadas es el fenómeno de la emigración, que obligó a muchas personas a dejar sus casas, a las que nunca volverían. En su opinión, el profundo cambio que se ha vivido en el mundo rural durante las últimas décadas podía conducir al abandono o a la transformación de esos pueblos rústicos, y en el caso de Galicia la consecuencia predominante ha sido la primera opción.

El artista explica que no ha intentado realizar un catálogo de imágenes de casas en ruinas, sino que lo que le ha interesado a la hora de hacer este trabajo es ahondar en la capacidad de sugerencia que tienen las imágenes.

En todo caso, señala que el fotógrafo no debe adoptar una posición moral de superioridad frente a lo que está fotografiando, sino limitarse a reflejar lo que está ante su cámara.

Sendón destaca también que muchas de las casas fotografiadas ofrecen una sensación de perenne dignidad, pese a su estado actual de abandono. A la hora de realizar este trabajo el artista coruñés se planteó ofrecer una visión artística de un asunto que también tiene una vertiente social, pero Sendón apunta que no es sencillo delimitar dónde empieza el trabajo documental y cuándo comienza el artístico ya que en estas ocasiones van totalmente unidos.