El uso de sus sedes en América enfrenta al BNG y al PSOE

La diputada socialista Marisol Soneira desmintió ayer que las sedes del PSOE en América estén siendo usadas para tramitar solicitudes de ayuda destinadas a la Xunta. "Sería tanto como pretender que en las sedes del BNG, recientemente inauguradas por Anxo Quintana" al otro lado del atlántico, "se estén ejerciendo funciones de representación de la Xunta por el simple hecho de prestar información y asesoramiento sobre las políticas sociales y los trámites a seguir para acceder a ellas", aseguró Soneira a través de un comunicado.

La polémica entre socialistas y nacionalistas, una más de las que han salpicado hasta ahora el pacto de Gobierno suscrito por ambas formaciones en el verano de 2005, gira en torno al uso que ambas formaciones hacen sus sedes partidarias en el extranjero comenzó hace unos días cuando la representante de Emigración del BNG, Ana Miranda, acusó al PSOE de usar sus sedes para recibir documentación dirigida al Gobierno. Según Soneira, las Casas del Pueblo de su partido han prestado siempre "por puro altruismo asesoramiento y apoyo a cuantas personas lo demandaron" para cubrir las carencias de los Gobiernos "que no tenían el más mínimo interés en que los recursos de las administraciones públicas llegasen a todos por igual".

Nombramientos partidistas

El BNG también había acusado al Gobierno de utilizar criterios partidistas para nombrar representantes de la Fundación Galicia Emigración en América a los máximos responsables del PSOE en Argentina, Uruguay y Venezuela.

Soneira asegura que estos nombramientos dependen exclusivamente del patronato de la Fundación, en la que también participan la Vicepresidencia de Igualdade e Benestar y la Consellería de Cultura, ambas bajo la responsabilidad del Bloque. "No forman parte de los principios democráticos" del PSdeG, afirma la diputada socialista, las prácticas que se les pretenden atribuir. El Bloque, añade Soneira, no conseguirá la confianza de la emigración "por el camino de la descalificación".

Prueba del enfrentamiento y de la desconfianza con la que ambos partidos enjuician mutuamente su actuación en el extranjero es la exigencia formulada por la nacionalista Ana Miranda de que la Xunta no caiga en los mismos errores que caracterizaban la política de Manuel Fraga en materia de emigración.

Por eso el BNG considera de especial importancia que la delegación que la Xunta abrirá el próximo verano en Buenos Aires, la primera de la nueva estructura exterior del Gobierno bipartito, tenga "rango neutral" y no se convierta en la "sede de un partido político". La nueva delegación en Argentina dependerá de la secretaría general de Relacións Exteriores, que a su vez es responsabilidad directa del presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño.