Japón anuncia una drástica revisión a la baja de su crecimiento económico

La economía japonesa ha mostrado una desaceleración pronunciada en el tercer trimestre del año al haber crecido un 0,8% anual, respecto al mismo periodo de 2005, tasa muy por debajo del cálculo inicial de un 2% anunciado en noviembre, según reveló ayer el Gobierno, que recordó que, sin embargo, supone el séptimo trimestre consecutivo de expansión.

Esta drástica revisión a la baja del producto interior bruto (PIB) de la segunda potencia económica del mundo, tras EE UU, y la primera de Asia, que únicamente avanzó un 0,2% de julio a septiembre respecto a los tres meses anteriores, se ha debido a que la demanda interna, que incluye consumo privado, gubernamental e inversión privada, se contrajo, por primera vez en siete trimestres, y cayó un 0,2% en relación al trimestre anterior en vez de crecer un 0,5% como habían pronosticado las autoridades.

Las compañías japonesas gastaron menos, un 1,5% frente al 2,9% anticipado, en activos inmuebles, inventarios de materias primas y productos semiacabados, a lo que se sumó el que el consumo privado experimentó un desplome de un 0,9%, más significativo que el previsto del 0,7%.

Tan sólo el aumento de un 2,5% de las exportaciones, frente al 2,7% pronosticado, mantuvo la expansión de la economía, pero para que sea realmente saludable, su motor debe ser la demanda interna, más que las ventas en el extranjero, subrayan los economistas.

Pedidos de maquinaria

Un segundo informe mostró que los pedidos de maquinaria, un factor clave en Japón dado que sirven para medir su actividad económica, aumentaron un 2,8% en ese trimestre, índice muy inferior al 5,7% pronosticado.

"Ello significa que la economía japonesa se está basando en la demanda exterior, últimamente", apuntó Yasuhide Yajima, veterano economista del Instituto de Investigación económica NLI. Para Yayima, "lo que importa son las perspectivas de la economía, más que las cifras de crecimiento del pasado", es decir, lo relevante es lo que muestre la nueva edición del índice de confianza de las principales industrias japonesas que elabora el Banco de Japón, el Tankan, que se hará público a finales de mes.

Los datos definitivos del tercer trimestre de la oficina del Gabinete del primer ministro, Shinzo Abe, indicaron el viernes que la economía japonesa creció tan sólo una tercera parte del avance del primer trimestre y menos que en el segundo.

Al notar que la economía comenzaba a mejorar el pasado julio, el Banco de Japón, entidad emisora, decidió subir, por primera vez en seis años, las tasas de interés en un 0,25% desde casi el 0% al que las había situado para estimular la economía y frenar la caída de los precios al consumo.

El Banco de Japón considera que la tasa de crecimiento potencial en el país, el ritmo al que puede aumentar el crecimiento económico sin elevar la inflación, se encuentra entre el 1,5% y el 2%.