La cumbre contra el cambio climático se enfrenta al desafío de la reducción de gases en 2012

En vísperas de la cumbre mundial del clima, que se inaugura hoy a en Nairobi (Kenia), y a poco más de un año de que se ponga en marcha el contador del Protocolo de Kioto, en 2008, la cuestión es si se van a cumplir o no sus objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global del planeta. No está siendo fácil para ningún país -y, menos aún, para España, que es el que más se aleja de su compromiso con Kioto-. El protocolo establece que los países desarrollados reducirán en conjunto sus emisiones en un 5,2% de 2008 a 2012 respecto a los niveles de 1990.

Precisamente el futuro, es decir, la contención de emisiones que habrá que hacer después de 2012 para evitar que el cambio climático sea demasiado brusco, es el eje de la cumbre de Nairobi, oficialmente la 12ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC en sus siglas en inglés). Participan en ella los delegados de más de 180 países, organizaciones no gubernamentales y centenares de expertos.

Los últimos datos que ha proporcionado la UNFCCC indican que, en 2004, las emisiones habían caído ya un 3,3% en los 41 países industrializados, en conjunto, así que no parece muy lejano el objetivo del 5,2%. Pero esa reducción se debe, sobre todo, al descenso del 36% correspondiente a los países del centro y este de Europa, que sufrieron en los años noventa el desplome de sus economías. El resto de los países industrializados han aumentado sus emisiones un 11% desde 1990. El transporte, en concreto, sigue siendo el sector más difícil de abordar, resaltan los expertos de Naciones Unidas. Las emisiones de este sector crecieron un 23,9% entre 1990 y 2004.

España destaca por un dato malísimo: en 2005 su incremento de emisiones era ya del 53% respecto a 1990 -no puede aumentar más del 15% para cumplir su compromiso con Kioto-. Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario general del Ministerio de Medio Ambiente, reconoció esta semana la mala situación pero añadió una cifra esperanzadora: en el primer semestre de este año, las emisiones han bajado un 1%.